El Amo humilla y tortura a esta esclava
Fecha: 04/04/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Tacones, medias, liguero, faldita de vuelo corta, una camisa negra transparente y la gabardina. Salía a comer con el Amo.
En el restaurante me quité la gabardina con cuidado para que no se me levantara la falda que terminaba justo donde empezaba la puntilla de las medias, no es que me diera vergüenza, pero ver eso suele asombrar a la gente y no quería hacer un show.
Comimos a gusto, con buen vino y unas copas de sobremesa, contentos, tranquilos, me gustaba ver sonriente al Amo, aunque algo me hacía pensar que no estaba sólo contento. Aunque no bebiese demasiado el alcohol siempre me sube mucho, así que pronto estuve mareada y con esa risa tonta que despierta al Amo juguetón y sádico que Él lleva dentro.
Ya en el coche camino a casa el Amo me hizo desnudarme. Me quité la falda, la camisa y el sujetador. Me dijo que me metiera las bragas en la boca y que mantuviera mis manos a la espalda.
Empezó a tocarme, a pellizcarme el coño con fuerza, a darme palmadas en la cara interna de los muslos…
Pero yo no estaba caliente, tal vez por el alcohol, tal vez por cansancio, pero no conseguí ponerme caliente aunque todo lo que pasaba me gustaba y en otras ocasiones me había puesto cardíaca.
El Amo pasaba cerca de autobuses y coches para que pudieran verme desnuda, cruzamos la ciudad sin esconderme, sin girar la cabeza por si alguien veía las bragas que llevaba metidas en la boca, hasta que me las sacó y empezó a metérmelas en el coño.
Al no estar cachonda mi coño no ...
... había lubricado y las bragas me arañaban y rozaban haciendo que se me saltaran las lágrimas, me mandó meterlas totalmente mientras me humillaba y despreciaba por no estar mojada. Fue difícil meterlas, me destrocé el coño apretando y ni siquiera conseguí que entraran hasta el fondo, se quedaron a la entrada, abriéndome con un escozor fuerte.
Paró en una gasolinera, me agarró del pelo y me escupió en la boca y en la cara.
-Ponte la gabardina y entra en la tienda a comprarme tabaco.
Me puse la gabardina en el coche, pero me hizo abrochármela fuera. Hacía frío, llevaba el pelo enmarañado por los tirones que me había dado, sentía las bragas rozando dentro de mi coño, me hice un plan mental de lo que podía hacer si se me caían en medio de la tienda, no quería dejarlas allí, pero agacharme implicaba enseñarle el culo a cualquiera que estuviera por ahí.
Entré, había dos hombres pagando, no les miré, no sé si se dieron cuenta de cómo iba. Cogí el tabaco y alguna cosa más y fui sonriente a pagar, de perdidos al río, si me iban a ver, al menos no parecer afectada por mi situación, si soy una esclava siendo disciplinada lo llevaré con orgullo aunque nadie lo entienda.
Volví al coche. El Amo me dejó con la gabardina, pero con los brazos a la espalda hasta que llegamos a casa.
Allí me hizo coger algunas cosas de la mazmorra y llevarlas al salón. Le pedí permiso para hacer pis y me lo dio, pero sin quitarme las bragas que aun ardían en mi coño. Bajé al sótano para hacerlo en ...