Tarde de diversión (Parte 2)
Fecha: 25/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Aria09, Fuente: CuentoRelatos
... excitada, por favor, necesito que me toques, te lo suplico”, aceptando mi suplica comenzó a alternar con caricias de sus dedos a mi concha empapada.
Así continuaron, sus dedos entrando y saliendo de mi concha, los azotes alternados, provocando que en tan solo unos minutos ya estuviera lista para acabar, ya no aguantaba más. Una nueva suplica salía de mi boca en forma de gemido “Mmm, Amo, por favor, ya no puedo más, ¿me das permiso de acabar? Por favor, Amo”, sus dedos automáticamente se detuvieron. “No, pequeña puta, móntame”. Antes de que me subiera su pantalón de pijama ya había desaparecido, me subí encima de él, mi conchita rozaba con toda su verga dura, mis tetas quedaron frente a su cara. Sin sacarme la venda de los ojos, me metió su verga hasta el fondo “Así, puta, mueve tus caderas bien fuerte”, eso me motivó muchísimo para moverme tan fuerte y rápido como mi cuerpo me lo permitía, para moverme como la puta que era, su puta. Las manos de mi Amo se fueron hacía mis caderas para ayudarme, para cogerme con ansia y rudeza. Así continuamos un rato, sin poder dejar de gemir, comencé a suplicar que me permitiera acabar una vez más, y esta vez me lo concedió “Dámelo todo, pequeña, acaba para mí”.
En ese momento comenzó a besar, lamer y morder mi cuello, eso me extasió más, seguía empapándome aún con su verga dentro de mí. Me echó un poco hacia atrás para poder comerme las tetas, morder y estirar mis pezones, todo esto sin dejar de clavarme la verga hasta el fondo. Esto ...
... provocó que mis orgasmos se encadenaran, él continuaba penetrándome, haciéndome acabar por lo menos cuatro veces. “Muchas gracias por permitirme acabar, Amo, muchas gracias”, solo me respondió con un beso y me dijo “Puta, quítate la venda y arrodíllate ante mí, ya voy a acabar”.
Hice lo que me ordenó, me levanté sacándome la verga de mi concha y la venda de mis ojos. Me arrodille a sus pies, mirándolo a los ojos, con la lengua afuera y las manos entre mis piernas, inclinada hacia delante. Se paró frente a mí y comenzó a masturbarse. Él paso su verga por mi lengua, y metió su verga hasta el fondo de mi garganta, permitiéndome saborear mis propios fluidos, hasta que me dijo “Ya, pequeña, ya no aguanto, voy a acabar en tus tetas”. Puse mis manos en la cabeza y abrí mis piernas, aun arrodillada, dándole acceso completo a mis tetas. Explotó de placer, cubriéndome las tetas de leche, al fin obtenía mi premio.
Rendidos caímos al sillón, me abrazó y me beso con mucho cariño y dulzura. Comenzó a acariciarme como a una nena chiquita, como su nena chiquita y me dijo “Lo has hecho muy bien, pequeña”. Le sonreí y le agradecí, “Gracias, muchas gracias, Amo, me encantó”.
Después de un ratito, se levantó, fue hacia la puerta y antes de irse me dijo “Ahora sí voy a terminar el trabajo, tú sigue viendo la tele y no te limpies hasta que acabe tu programa”. Yo quedé sentada en el sillón completamente rendida y con una sonrisa tonta en la cara, orgullosa de haber sido tan buena para mi ...