1. Enjaulada


    Fecha: 20/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... espalda, una de mis manos sujetan firme tus muñecas. Con la otra dirijo mi dureza a tu dispuesto sexo.
    
    Juego un poco con tus labios y un pequeño gemido sale de tu boca al sentir lo caliente de mi cabeza sobre tu humedad…
    
    Me hundo en ti sin piedad y el gemido es más fuerte esta vez, busco mi placer más que el tuyo y entro y salgo de ti a mi antojo.
    
    Entro y salgo una y otra vez, bajo el ritmo y suelto tus manos
    
    —estíralas sobre las sabanas
    
    Salgo de ti y mi boca te da placer mi lengua sube y baja por tus labios hasta alcanzar el clítoris, lo tomo entre mis labios y presiono en el. Cuando siento temblar tus piernas me detengo, escucho un no, escapar de tu boca. Río para mi y escupo sobre tu ano, tomo algo de tu humedad con mis dedos y embarro con ella el lugar que acabo de escupir.
    
    —señorita, confías en mí?
    
    —si, señor
    
    —hoy tengo la intención de cogerte el culo.
    
    Digo esto mientras meto un dedo por ahí.
    
    Te veo pasar saliva, nunca lo hemos hecho, aunque en muchas ocasiones te he metido algún dedo y te encanta tener la piedra mientras te penetro (en algunas ocasiones ha salido disparada por la fuerza del orgasmo).
    
    —estas dispuesta a hacerlo?
    
    —si, señor
    
    —dime tu palabra de seguridad,
    
    Dila.
    
    —amarillo
    
    —bien, si quieres que pare solo dila.
    
    Pongo otro dedo dentro tuyo y los hago entrar y salir, cuando aceptas estar con tres dedos dentro hago el primer intento.
    
    Pongo un poco de saliva en la cabeza y empujo, nada… no quiere ...
    ... entrar.
    
    —relájate señorita respira profundo, si, así tranquila, solo es como si estuviera metiendo tu piedra.
    
    Coloco un poco de gel en mi falo y mucho entre tus nalgas, pongo de nuevo mi dureza entre tus nalgas… mi mano lo dirige derecho a tu culo, firmemente lo pongo en la abertura, y, empujo mis manos toman tus caderas y jalo de ella, al segundo intento entro, solo la cabeza, veo como tus manos se aferran a la sabana, y, escucho como tu boca se queja, me quedo quieto y dejo que se acostumbre al grosor, tus manos se relajan y poco a poco lo meto hasta el fondo.
    
    no haces nada...
    
    no dices nada…
    
    lo dejo ahí un poco mientras mis dedos masajean tus labios y mi boca besa tu espalda.
    
    Poco a poco empiezo a moverme… lentamente voy tomando ritmo, mis dedos siguen jugando al ritmo de mis movimientos, lo que al principio fue dolor, se empieza a transformar en placer, me muevo sin salir de ti… pongo mi peso en tu espalda y con mis manos jalo de tus hombros hasta levantar tu torso de la cama, me muevo dentro tuyo y eso provoca un nuevo grito de placer, aunque intento controlarme, es difícil no reaccionar a tus ruidos, ocuparía ser de piedra para no excitarme escuchándote, mirándote, gozando de ti…
    
    Ya casi terminas, tus manos me lo indican, tratan desesperadamente de aferrarse a algo. Y nuevamente me detengo, salgo completamente de ti, y me pongo enfrente tuyo, tus manos hacen el resto, suben y bajan hasta lograr que me derrame en ellas, y por un momento tu nombre sale de mi boca… ...