1. Enjaulada


    Fecha: 20/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... tendrás...
    
    en tu imaginación
    
    Soy tu nena
    
    Tu mujerzuela
    
    Soy tu pakuela
    
    Soy tu muñeka
    
    Soy tu muñeka
    
    Soy tu muñeka
    
    Soy tu muñeka
    
    A dormir a dormir Papacito...
    
    Soy tu conciencia
    
    Tu inexistencia
    
    aaah!
    
    aaaaahh!!
    
    Hoy te tendré… y no solo en mi imaginación
    
    Hoy jugaremos mucho…
    
    Hoy vienes con un corsé negro con medias a juego y botas altas con tacón, te ves elegante, te ves soberbia, pareces una diosa de placer… das una vuelta para que pueda apreciar tus piernas, tu espalda, tu trasero, miras mis ojos y ves mi lujuria en ellos.
    
    —desnuda, hoy no dejes nada
    
    Das una última vuelta y sueltas el corsé, subes una pierna en la silla y poco a poco bajas el cierre de la bota, la sacas y la empujas con el pie a un lado, quitas la media como una felina asechando a su presa, con calma, acabas y la lanzas en mi dirección… repites el proceso con la otra pierna y quedas desnuda para mí.
    
    Me acerco, veo que pasas un poco de saliva (creo que siempre te pones un poco nerviosa cuando me acerco a ti), me detengo en frente tuyo doy una vuelta alrededor, te observo me acerco lo suficiente para que sientas mi respiración en tu cuello y aprieto tus nalgas, las tomo en mis manos y me deleito en ellas… me pongo de nuevo frente a ti y con un fuerte tirón de pelo, jalo tu cabeza hasta dejar tu boca hacia arriba, te beso y me pierdo en tus labios, cuando estoy a punto de ceder ante ti, me separo.
    
    —hincada
    
    Te incas... y vienes hacia mí a gatas, besas ...
    ... mis pies, al llegar subes por mi pantalón hasta la altura de mi cintura, tu cara justo en mi entrepierna, besas mi falo por encima del pantalón, dejas tu cuello al descubierto y lo alzas para que te ponga el collar (sé que te moja esta parte, donde me entregas tu ser y te entregas). Pongo el suave cuero en tu piel, no dejas de hacer contacto con mis ojos (eso me gusta, lo sabes) mientras lo ajusto a tu cuello… hoy un poco más ajustado que de costumbre.
    
    -abre la boca perra
    
    Lo haces y dejo caer un fino hilo de saliva en ella, la pasas y escupo otro poco, lames la que no cayó en tu boca, vuelves al suelo con la vista baja y el trasero en alto.
    
    Señorita —digo en voz algo dura— Sabes que mereces un castigo.
    
    Tus ojos buscan los míos contrariados, tratando de entender la falta que has hecho y se cierran al darse cuenta del error. (a veces creo que es a propósito en realidad no sufres mis castigos… más bien los disfrutas, tu humedad luego de recibir alguno te delata).
    
    —señorita hoy no te puedes correr.
    
    Lo has entendido
    
    —si
    
    —si qué? Pregunto a la vez que mi mano se pinta en tu cara
    
    —si, señor
    
    Pongo la cadena en el collar y jalo fuerte de ella, un pequeño ruido de dolor sale de tu boca. Me detengo y la tensión se nota en tu cuerpo. Te quedas quieta con las extremidades tensas y la vista en el suelo, la fusta te da justo en medio de las nalgas… esta vez no hay ningún ruido, solo tu culo ardiendo, lo sobo un poco con mi mano, y, enseguida pinto la mano en tu ...
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