La vida de Sandra (Cap. 2) - Relatos Eróticos

La vida de Sandra (Cap. 2)

... estrictamente prohibido sin su previa autorización y que de hacerlo su inscripción de periodismo sería cancelada en automático. Sandra tuvo que contenerse y apagar esas ansias que tenia de masturbarse como antes lo hacía.

Alistarse para así preparar el desayuno de su señora y llevárselo en una bandeja para desayunar desde la comodidad de su cama por el momento era lo primordial y por supuesto estaba como lo más importante sin importar sus necesidades propias. Sandra no había fallado un solo día de su entrenamiento a los pies de su Ama y no pensaba empezar ese día aunque estuviera cansada, por lo que dio su mejor esfuerzo una vez más.

La perrita se apresuró en la preparación del desayuno de su Ama, dueña y señora, el cual debía ser absolutamente balanceado cubriendo alimentos de los grupos alimenticios, se dio prisa para no empezar mal el día llegar un tarde. Ingresó al dormitorio de su digna dueña para dejar la bandeja en una mesa cercana de la entrada del aposento y así poder dedicarse a besarle los pies como era su obligación diaria para despertarle. Una vez despierta su Ama se arrodilló y dijo:

Buenos días tenga usted Alteza y agachando la cabeza comentó espero poder servirle con la calidad de servicio que solo usted merece recibir de esta humilde esclava. Sandra enseguida se dio prisa para entregarle su bandeja con alimentos. Acto seguido se dedicó a refrescar a su dueña con un abanico de plumas mientras ella disfrutaba de su desayuno. Al terminar la degustación ...

... su Alteza ordenó a Sandra calzarla para así no sentir el frio del suelo mientras ella preparaba el baño para asearla como cada día, la esclava acató la orden enseguida y se apresuró a tener el baño listo.

Una vez lista con la temperatura del agua que a su Alteza le gustaba bañarse, Sandra con suma humildad y con la mirada apuntando al suelo preguntó ¿su Alteza desea que esta humilde perra haga por usted? Su Ama dijo- si perra mientras yo disfruto del agua, tu dedícate a sobarme los pies como ya te he enseñado, ella solo respondió “como usted ordene Alteza, esta perra está a sus pies solo para comodidad suya”.

Su Alteza preguntó a su perra ¿ya cuanto llevas a mis pies?, Sandra respondió voy para tres semanas Alteza, el Ama preguntó ¿y no te anda ya por tocarte? Sandra con algo de inseguridad contestó “la verdad si Alteza hace tiempo que ni siquiera pongo la mano ahí y ya mi cuerpo pide a gritos un mantenimiento nivelando mi ansiedad orgásmica pero una perra no decide, solo obedece reglas.

Vamos a ver perrita te has esmerado en ser más que una simple esclava, te has vuelto la mejor de mis esclavas con todo y que eres la que ha llegado al final, así que si veo en este momento que me ruegas el permiso correspondiente, tal vez y solo tal vez te permita correrte hoy por 10 minutos, pero siempre y cuando me convenzas y supliques sinceramente, ¿estamos claras? Sandra al escuchar que podría tocarse 10 minutos en la noche bajo permiso de su Ama, no solo rogo, suplico e imploro ...