1. Fantasía de secuestro: La enfermera sádica


    Fecha: 02/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... observé su coño lleno de pelos. Comenzó a orinar sobre las sobras que contenía la olla. Orinó durante un largo tiempo, se había guardado sus necesidades para este momento. De nuevo introdujo sus manos enguantadas en la olla y mezcló las sobras con la orina. El resultado fue muy desagradable, restos de comida triturados y orinados, creando una masa viscosa.
    
    - Ahora vas a comerte todo sin rechistar, si escucho una sola palabra tendré que castigarte duramente - . La señora metió su mano enguantada dentro de la cacerola y agarró un puñado de sobras entre la palma de sus guante. Dirigió su mano hacia mi boca:
    
    - Abre la boca cerdo- Me recriminó seriamente.
    
    Me negaba a comer aquella asquerosa comida. Cerré la boca y apreté los dientes. La señora me miró fijamente de forma sería y enfurecida:
    
    - No se te ocurra desobedecerme, he dicho que te vas a comer todo sin rechistar estúpido - acercó su mano enguantada al cepo de mis testículos y lo apretó duramente produciéndome un dolor inmenso. El dolor que sentí fue terrible, mis testículos estaban muy delicados debido a su cepo y ella agarró el cepo entre sus manos y lo estrujó con fuerza. El l dolor fue indescriptible., Grité de dolor y fue el momento en que ella aprovechó para introducir las sobras orinadas dentro de mi boca. Su sabor era repugnante, traté de escupir rápidamente la comida pero me encontré los dedos de su mano enguantada forzando la comida hasta mi garganta, no tuve más remedió que tragarla si no quería ...
    ... asfixiarme. Fue muy humillante. Descubrí que sus guantes de goma apestaban, desprendían un olor y hedor muy fuerte, ¿donde los había metido? Sabían a excrementos.
    
    La señora acercó de nuevo sus manos hasta mis pinzas y las volvió a colocar en la situación tercera, la más dolorosa.
    
    - Esto es lo que te ocurrirá cada vez que me desobedezcas, ahora traga todo o te dejaré las pinzas y el cepo durante horas - Me recriminó furiosa.
    
    Volvió a meter una y otra vez su mano en la olla para repetir el proceso a la vez que apretaba el cepo en mis testículos con fuerza, gritaba pero ella aprovechaba para meter más y mas comida. Llegó un momento que tenía la boca llena y no podía tragar. La vieja enfermera cerró mi nariz entre sus dedos y me dijo que tragase o me asfixiaría. No tuve más remedio que tragar y tragar. La cazuela era muy grande, todavía quedaba mucho en su interior. Estaba completamente empachado pero a ella le daba igual, metió sus dedos de goma en mi garganta una y otra vez mientras apretaba el cepo o tiraba de las pinzas metalicas produciéndome un terrible dolor.
    
    Terminé completamente la cazuela, la señora me miró aún furiosa:
    
    - Esta noche la cena será igual, si se te ocurre desobedecerme no llevará orina, llevara algo peor, ¿quieres comprobarlo? - Me amenazó muy seria, entendí a que se refería.
    
    La señora me dijo que ahora debía ausentarse y regresaría dentro de unas horas. Aproveché que no llevaba la mordaza puesta en mi boca para suplicarla.
    
    - Por favor señora, ...