1. El regalo de cumpleaños para un sumiso


    Fecha: 31/01/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Gerardjking, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras se iba. Se me hizo raro ya que al entrar me fije que el baño tenía una señal en su puerta avisando que estaba fuera de servicio, pero Arleth no entró sola, lo acompañó uno de los meseros: un hombre alto y moreno, de brazos fuertes y una sonrisa estúpida.
    
    Fue capaz de hacer eso, en mi cumpleaños. No sé porque me sorprendo. Tampoco sé porque me enojo si esto sucede porque yo la dejo. Podía irme de aquí, alejarme de las risas de todos los meseros que se burlan a escondidas, pero no puedo por dos motivos: Me he corrido cuando vi a Arleth entrar al baño con el mesero, porque la idea que ella me dejara en mi cumpleaños para coger con un desconocido me encendió hasta un silencioso orgasmo que dejó una notable mancha que traspasó mi bóxer y mi pantalón. El otro motivo es que simplemente Arleth es mi ama, y hago lo que me pida. Por eso la espero sin acabarme el café, el cual ya se ha enfriado.
    
    Los minutos pasaban, los clientes venían y se iban, los meseros seguían burlándose de mí, sonriéndome con hipocresía, y mi verga ya se había erguido de nuevo. Me sentía mal y excitado a la vez. No conté el tiempo, no quería hacerlo. En un momento a otro reapareció Arleth. Sonreía demasiado, con el rostro sudado y los pezones erectos. Estaba agitada y contenta, toda una zorrita. Se sentó muy cerca de mí, quería que la oliera, que aspirara el olor a verga de su rostro.
    
    Arleth sacó su celular y me mostró una foto de ella con una gran verga metida en su boca. Fue pasando las ...
    ... fotos, en otra esta ella chupando los huevos, en otra esta la verga del mesero golpeando en su cara y la última foto es de la verga del mesero insertada en lo más profundo de su culo.
    
    Estaba caliente, humillado y confundido, porque ella no hablaba. Me fije que tiene los cachetes inflados y los labios muy húmedos.
    
    —¿Tienes algo en la boca?
    
    Ella sonrió más ante mi pregunta, como si estuviera esperando a que la formulara. Agarró mi café, lo acercó a sus labios y abrió la boca. Un líquido espeso y blanco descendió desde la boca de mi mejor amiga hasta mi café.
    
    —¿Eso es…?
    
    —Semen. Rico y nutritivo semen para ti. Feliz cumpleaños, mejor amigo.
    
    —¿Quieres que me lo tome?
    
    —Por supuesto. Café con leche, mucha y deliciosa leche de macho. Ya quisiera tomar eso cada mañana.
    
    —Esto…ya es cruzar una línea.
    
    —Qué línea ni tu puta madre. Fue una gran corrida que ese cabrón dejó en mi boca, no la desperdicies. —Metió uno de sus dedos en el café y empezó a moverlo en su interior—. Este dedito estuvo en mi coño, es lo más cerca que estarás de él. Así que débetelo lentamente y disfruta de cada gota, como el perro sumiso que eres.
    
    Era indignante y excitante. Contemplé el café con leche, después dirigí mi mirada hacia Arleth. Hice lo que me pidió, me lo bebí con lentitud. No sabía feo pero si raro, demasiado raro. Una mezcla de sabores inundó mi paladar, ahogando mi orgullo y mi hombría, pero mi verga se endurecía más por cada gota que me tragaba.
    
    —Eso es. A las perras ...