La otra Marta
Fecha: 29/01/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos
... nerviosas se abrían y cerraban, no me contuve y mi lengua lo rodeó rozándolo, empezó a gemir descontrolada, volví con la lengua a su coño.
- Uuumm, sois unas cerdas -Movía las caderas y respiraba hondo.
- Te gusta. ¡Eh! estás disfrutando -le soltó Marta
- Por favor no pares ¡joder! -Le escuché gritar entre gemidos, sus piernas le temblaban. Había desatado la bestia que disfrutaba a lo que se estaba sometiendo. De nuevo succioné su clítoris que sobresalía entre los labios, se retorció de caderas doblando más las rodillas, así que con mi otra mano busque el precioso orificio. Puse un dedo y sumergido en los jugos que descendían de su vagina se deslizó suave, dio un salto en sus caderas pero no me lo impidió, hundiéndose dentro.
- Nooo, hija de puta, ahhhh... -Chilló mientras se desbordaba en mi boca.
Marta tumbada a su lado le acariciaba los pechos bamboleándolos hacia los lados y tiraba de los pezones. Me di cuenta de su mirada, con una expresión de viciosa lujuria, enseñaba la vena de dominante que llevaba en su interior.
- Te ha gustado como te comió el coño tu amiga.
- ha sido algo raro, me ha gustado, increíble, nunca... -Con la respiración aún entrecortada.
- Ahora quiero que te centres en devolver el favor a tu amiga -Con voz dominante, mientras le quitaba la venda de los ojos, pero no la atadura de las muñecas.
- Pero... de qué manera.
- Pues, ahora toca a ti.
Me ordenó colocarme a horcajadas sobre su cara. Necesitaba correrme, mi ...
... clítoris palpitaba, presioné mi coño mojado sobre su boca, respiraba agitada. Le facilité el acceso separando con mis dedos los labios y me quedé sin aliento cuando primero su lengua lamió agresivamente el clítoris y después la entró dentro. Una sacudida se disparó a través de mi cuerpo, no pude reprimir un grito y de una manera incontrolada mis jugos cayeron sobre su cara. No quise desperdiciar ni una gota de mi placer, me acerque a sus labios mojados, se los lamí y cuando los abrió aceptó mi lengua en un beso profundo. Cuando descabalgué, mientras le había colocado unas tobilleras y con mi ayuda se las sujetamos a los muslos, le colocó una almohada bajo las caderas, su culo se izó y quedaron expuestos de forma obscena, su ano y los labios vaginales brillantes aún por la humedad, incluso su clítoris se asomaba duro y rojo, como una polla en miniatura.
- Me vais a matar -Dijo entre jadeos y con un tono airado al verse forzada de aquella manera, se la veía excitada pero también asustada.
- No dejaremos que te mueras, vivirás porque te está gustando.
Marta sostenía en sus manos un doble dildo, me introdujo uno en la vagina y me ajustó el arnés que sostenía el otro, un pene oscuro, de venas simuladas y rematado con un grueso glande, lo untó con lubrificante.
- Ahora tendrás que aceptar la putita viciosa que llevas dentro, porque te vamos a follar.
- Follarme ya de una vez, cabronas -Levantaba la cabeza para poder mirarnos.
- Así nos gusta como una perrita en ...