El sueño de Irene
Fecha: 20/12/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sabe bien… Estoy como drogada, flotando en una nube… Los párpados pesan, mis ojos se cierran, a lo lejos oigo la campanilla de la puerta; alguien se acerca, unas manos que me sujetan, me levantan y me llevan, no sé donde…
Abro los ojos y veo el techo de una habitación. Dejo de verlo cuando unas caras desconocidas se acercan, se inclinan sobre mí y lo cubren. Sigo flotando, oigo hablar, pero no entiendo lo que dicen, me suena a un idioma extraño. ¿Griego?... Tal vez... Intento incorporarme pero unas manos, suavemente, me lo impiden. Safo se acerca.
—Ya ha despertado. ¿Cómo te sientes?
—Yo... No sé, estoy rara. ¿Me habéis drogado?
—¡No, querida mía! ¡Nunca te haríamos una cosa así! Es solo que la emoción ha sido tan fuerte que te has desvanecido. Pero ya estás bien… ¿No?
—Sí, creo que me encuentro mejor. Pero… ¿Qué queréis de mí?
—Nada, amor mío. Solo intentamos hacerte recordar… Llevamos mucho tiempo esperando este momento. No te vamos a hacer ningún daño… Tú solo mira y siente.
Me ayudan a incorporarme, me siento. Estoy en una especie de cheslóng en el centro de una amplia estancia.
Pero esta no es mi ropa. Llevo un vestido de gasa blanco, muy vaporoso y sin ropa interior. Aunque la temperatura es agradable siento un escalofrío.
Junto a Safo hay tres mujeres más. Llevan vestidos parecidos al mío, pero de colores, que dejan entrever sus siluetas, las manchas oscuras del vello púbico… El tono más oscuro de las areolas de los pechos. Algo se mueve ...
... dentro de mi cuerpo... Una contracción en el bajo vientre y mi entrepierna se moja... ¡Estoy excitada!
No sé de donde procede una música suave, parecen flautas y tambores que marcan el ritmo. Las cuatro mujeres bailan a mí alrededor. La cadencia de los tambores aumenta. La danza se hace trepidante. Dos manos me levantan invitando a sumarme al baile, me muevo por inercia, mis piernas se mueven sin control, giramos, las cinco en un frenético torbellino de cuerpos. Roces, caricias vertiginosas al cruzarse los cuerpos, abrazos furtivos, besos furtivos…
Caemos extenuadas en el suelo cubierto por una gruesa y suave alfombra… La melodía se vuelve suave, dulce. Los besos se repiten, las manos inquietas y atrevidas, palpan los cuerpos… Las miradas cargadas de pasión, los besos inflamados, labios sobre labios, lenguas lujuriosas mancillando la piel.
Desaparecen los vestidos. Cinco cuerpos desnudos cubiertos de sudor, ardiendo de deseo con piernas entrelazadas… Me dejaba hacer de todo. Sus labios en los pezones, erguidos, duros, lenguas en mi clítoris... Se excitan frotando mis pies las rodillas, los muslos, en sus sexos. Las lenguas asaetean mi clítoris, lamen la parte interior de mis muslos…
Safo me besa apasionadamente. Un calor invade mi cuerpo. Desde lo más profundo de mi vientre, surge una oleada de placer arrollador, imparable, sube por mi cuerpo, lo invade desde los cabellos de la nuca hasta los dedos de los pies. Y se repite, una y otra vez, hasta volverse insoportable ...