Tarde de tormenta y aceite de jazmín sobre nuestro cuerpo
Fecha: 02/12/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... vino detrás nos asustó tanto que empezamos a chillar y nos abrazamos, olía el pelo, su perfume y no quería separarme de ella, al final y poco a poco irremediablemente nuestras cabezas se iban retirando, nuestra melena por la electricidad estática parecía no estar de acuerdo resistiéndose a la separación, sus mejillas sobre las mías y cuando llegamos a la altura de los labios nos giramos para besarnos.
Nuestros labios habían dado paso a que nuestras lenguas se unieran tanto por fuera como por dentro unidas en un baile húmedo, nuestros labios encajaban a la perfección y ya hacía tiempo que nuestras manos acarician nuestros pechos por encima de las camisetas, sin decir nada, sin dejar de besarnos nos empezamos a quitar la ropa, cada una la suya, primero la camiseta, luego el sujetador, zapatillas y calcetines y por último poniéndonos de rodillas nos quitamos los pantalones cortos junto con las bragas.
Estábamos deseosas la una de la otra nuevamente allí en el suelo de rodillas, pero erguidas, iluminadas por las velas que reflejaban nuestra silueta en la pared, moviéndose al son de las velas y desapareciendo cuando en ocasiones un rayo volvía a iluminar el cielo, nosotras nos mirábamos a los ojos sin besarnos, nuestros pechos casi rozando por los pezones y simplemente nos mirábamos en silencio, no hacían falta las palabras ya estaba todo dicho.
Los brazos estiramos hacia arriba con nuestros dedos como queriendo tocar el techo y nuestras manos comenzaron hablar ...
... entrelazando sus dedos, con nuestros cuerpos por fin unidos fundiendo nuestros senos y nuestros pezones acariciándose, rozándose y poco a poco acercando nuestros labios hasta juntarlos nuevamente besándonos, sus manos bajaban despacio por mis brazos hasta mis axilas besándolas con sus caricias, su camino continuaba por mi costado rozando mis pechos terminando en mi vientre, rozando mi monte de Venus rasurado y subiendo a mis muslos recorriéndolos de arriba abajo hasta que Sofía se levantó.
-Esperaré aquí que ahora vuelvo. –Me susurró cuando un nuevo rayo cayó iluminando su cuerpo desnudo y cogiendo una vela la vi desaparecer por el pasillo.
Prácticamente no tardo, minutos, segundos en los que me encontré sola y excitada en aquel enorme salón hasta que la vi aparecer, debajo de su brazo traía lo que parecía una esterilla de yoga y en su mano izquierda un bote con algún tipo de líquido, se arrodilló junto a mi costado y me susurro al oído dándome pequeños mordiscos con sus labios en mi lóbulo.
-Lara, quiero que te tumbes boca arriba y que cierres los ojos.
-No quiero que te muevas o que abras los ojos bajo ningún concepto, quiero que me sientas por última vez, quiero regalarte esta tarde y esta noche para ti. –Volvía a susurrarme.
Me tumbé en aquella especie de esterilla enorme y blanda con los ojos cerrados, mi respiración que se había acelerado y en mi oscuridad la sentía cerca, sentía a mi amiga justo a mi lado y empecé a notar sobre mis pechos un líquido aceitoso con ...