Seducida en la barra
Fecha: 13/10/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... siguiente; si en un momento dado hiciéramos un trio, preferiríamos dos chicas y un chico o dos chicos y una chica.
Me sorprendió que María comentara que ya lo había probado, antes era una chica de lo más sosa y desde su separación, parecía la reina del sexo desenfrenado. Comentó que sin duda son mucho mejor dos chicas con un chico, también se le escapó que había tenido una relación bollera y que estar con otra chica era lo más de lo más… su descripción exacta fue “el polvo de su vida”.
Yo me estaba quedando alucinada y cuando me preguntaron por mis preferencias sobre el posible trío, me sorprendí a mí misma diciendo que preferiría con dos chicas… la verdad sea dicha, nunca me lo había planteado, pero al hablar del tema e imaginarlo, me producía mucho más morbo participar en un trío con dos chicas.
La cena continuó, seguimos bebiendo y escuchando a María que por aquel momento estaba desatada… nos contó que había probado con una chica que había conocido en un chat y que al principio ni se lo había planteado, pero cuando sucedió, le había encantado y que en cuestión de sexo, no había nada como montárselo con una chica, según ella una mujer siempre sabe cuándo, cómo y dónde.
En mi caso, no tengo ninguna duda sobre mi sexualidad, estoy segura de ser hetero, pero al escucha María, una cierta curiosidad morbosa se había despertado en mi interior.
Salimos del restaurante y acudimos a uno de los pub de moda en la ciudad, es un irlandés muy grande, que en fechas ...
... señaladas retiran el mobiliario y dejan una pista expedita para bailar. Tiene un par de pisos y también un par de barras con un ambiente para gente de nuestra edad. Estuvimos bailando y enseguida se nos acercaron los moscones de turno, que despachábamos a la misma velocidad que llegaban.
Había sobrado algo del fondo del que me había hecho cargo, les propuse tomar algo, pero tan solo tres querían, por lo que me encamine sola a la barra para recoger las bebidas. La barra estaba llena de gente y cuando llevaba un rato intentando llegar sin suerte, decidí bajar a la planta baja donde hay otro local con barra que da a otra calle.
Esta planta baja no estaba menos llena que la de arriba, pero al llegar vi un hueco en el lado corto de la barra y allí me coloqué.
Nada más llegar, una chica morena de unos 25 años y un poco más baja que yo, se colocó justo a mi lado, aprovechando ese pequeño hueco que había quedado y que hasta ahora solo yo llenaba.
Seguido a la chica tres chicos se metieron por calzador justo al lado de la chica morena, lo que propició que esta se apegara a mí, de tal forma que pude sentir como su cuerpo entero se estrujaba contra el mío, a la vez que posaba sus manos en mis caderas para no perder el equilibrio.
Al sentir sus manos me di la vuelta para preguntar con la mirada, ella sonrió y señaló a los tres chicos que se habían metido tras ella y que la habían obligado a ocupar mí espacio, propiciando que ahora estuviéramos pegadas como sardinas ...