1. De chico a puta: Desvirgando mi ano


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Tugatito, Fuente: CuentoRelatos

    ... verás como no te arrepientes
    
    Sonriendo puso una mano sobre mi rodilla y mientras la conversación continuaba acariciaba mi muslo. Yo miraba hacia abajo, sintiendo sus caricias, y como cada vez la mano se aproximaba más a mi entrepierna.
    
    -Bueno, podemos empezar ya si quieres preciosa-
    
    Dijo acercándose más a mi y colocando una de sus manos sobre mi hombro.
    
    -Espera
    
    Le dije levantándome.
    
    -Voy a vestirme
    
    Dije levantándome. No supe decirle que había traído ropa de mujer para vestirme para él, para estar femenina, para activar sus hormonas y sentirme toda una mujer vestida para provocar a su macho. Él no se lo esperaba, y sonrió. Puede ver como en ese momento su erección comenzó a hacerse notable. Probablemente fuese por la ilusión, como la de quien abre un regalo, de no saber lo que hay dentro. El ansia de romper el papel para descubrirlo.
    
    Me dirigí al baño con la bolsa de la ropa. Cerré la puerta con pestillo para asegurarme de que no entraba. Quería que me viese cuando fuese toda una niña. Rápidamente me desvestí quedando completamente desnuda. Mi pene, como siempre, pequeño. Mi piel, blanca como la nieve. Me fui vistiendo poco a poco. Primeramente me puse el tanga de hilo que me había comprado. La primera vez me lo puse del revés. Era nueva e inexperta en esto de usar tanga, y la falta de tela me confundió. Gracias a dios que descubrí la etiqueta, me ayudó mucho a saber cuál era la parte de atrás. Me constó ponerlo, era de talla pequeña y a pesar de mis ...
    ... piernas delgadas tuve trabajo en hacer que pasara por mis muslos. Con el pene no hubo problema. Pequeño, flácido, no tuvo ningún problema para quedar cubierto por la tela. Después siguieron los pequeños pantalones shorts vaqueros, la camiseta ajustada, los tacones, y por último, la peluca. Al terminar, me di la vuelta, y mirando al espejo, me vi por primera vez. Era la mujer que había deseado siempre, la que estaba a punto de entregarse.
    
    Salí del baño y me dirigí de nuevo al cuarto. Allí estaba Fernando, sentado en el mismo lugar, pero con un par de condones ahora a su lado. Yo era imprudente, y no había pensado en usar protección. Él, fue más precavido, quizás no se fiase de mí, y puede que pensara que ya me había entregado a otro hombre. En todo caso, era lo mejor.
    
    Me aproximé hasta él hasta quedar delante de él. Él se levantó, y acercando su cara a mi cuello, comenzó a lamerme.
    
    -Te ves como toda una princesa. Estás precisa. Eres mía
    
    Dijo mientras sus manos fueron a mi culo, comenzando a acariciarlo.
    
    Yo me dejé llevar. No podía hacer nada. ¿Qué podría hacer una niña como yo a punto de perder su virginidad? Permanecimos así un rato, él lamiendo mi cuello, y acariciando todo mi cuerpo. Hasta que de un momento a otro se separó unos centímetros de mí y llevando su mano hasta el cinturón de su pantalón comenzó a quitárselo y bajar la cremallera.
    
    -Mira, mira lo que tengo aquí para ti
    
    Dijo sacándose su grueso pene fuera del pantalón, el cual ya estaba bastante ...