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La cabina
Fecha: 21/05/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... penetrado ella estaba muy excitada y había empezado a gemir puesto que movía su cadera sobre la mía y eso le estaba provocando un placer increíble. Metía mis manos después por dentro de su vestido sacando sus pechos del interior de sus sujetadores para masajearlos, acariciarlos y besarlos. Ella excitada..gemia. -Aaauuugh….uuuugs.. -Ooooogh…..ooOOOgh…siguuee..(me decía) Sus gemidos eran evidentes y apreciables desde fuera de la cabina. Estoy seguro que el tío del mostrador los estaba escuchando. Pude notar sorprendido que una de las dos chaquetas se movió un poco como si alguien intentase apartarla. Era sin duda uno de los dos agujeros de la pared el que estaba mas pegado a la pantalla de televisión a la espalda de mi esposa. Llevábamos unos 3 o 4 minutos y mi esposa seguía besándome mientras continuaba moviendo su cadera bastante excitada. Sin más preámbulos decidí meterle mi polla caliente a mi esposa que en cuanto la notó dentro empezó a cabalgarme. -oooOOOGh…OOOgh..OOOOGH..(gemía) -OOOOOGH…oooOOOGH..(mientras metía me acariciaba por debajo de mi polo) De repente me quede atónito. A espalda de mi esposa, en el orificio que antes había notado movimiento asomó la polla de un desconocido. No se veía mas que eso, una polla blanca y depilada que asomaba lo justo para que saliesen también a la vista sus huevos. Aquel miembro se encontraba en un estado de semi-erección y no me cabía la menor duda del motivo por el que estaba allí. Así que me ...
... decidí. Incorporándome de pie pero sin dejar, en la manera de lo posible, de acariciar a mi esposa Mónica hice que se levantara. Una vez estábamos los dos frente a frente de pie comencé a besar el cuello de mí esposa muy suavemente. Ella inclinó el cuello facilitándome que la besara y cerró los ojos disfrutando de mis besos. Yo continué haciendo, a medida que la besaba poco a poco acompañaba con mis manos la cintura de mi esposa obligándola sutilmente a que se diese la vuelta y dándose de espaldas a mí. Mi esposa se colocó en una posición inclinada para facilitarme que yo le introdujese la polla, algo que yo hice prácticamente en el acto. Ella se apoyó con sus brazos en la pared y comenzó de nuevo a gemir con cada una de mis embestidas. En su posición aún no podía ver la polla que asomaba por el glory hole. -Ooooohg¡¡……oooogh¡……OOOOOOOoGh¡¡ -UUuunfff….OOOOoooogH…OOOOOOOoooooHG¡¡ Mis huevos golpeaban sin piedad clítoris cada vez y ella gemía mas y más fuerte. -OOOOOOOOOHGGG……OOOOOOOOOOOOOOOGH¡¡¡… -SIIIIIIIGHH………….OOOOOOOOGH¡¡¡¡¡¡ Estaba seguro de que la estaban escuchando en todo el local. Entonces me decidí. Sutilmente y sin dejar de penetrar a mi esposa acerqué mi mano sobre la suya. Ella me la cogió y su mano derecha se alzó con la mía. Juntos y sin que ella fuese consciente de ello buscamos un roce con aquella polla extraña. Mónica al notar aquel cuerpo extraño apartó la mano rápidamente. Pero yo que seguía bombeando su coño ...