La profeta
Fecha: 20/05/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: nereo23, Fuente: RelatosEróticos
... dijo: “Lo siento, tengo prisa y no porque mi marido vaya a regresar, no es por eso, tengo prisa porque ya quiero que me cojas.” Entonces Gabi se comenzó a quitar la ropa, traía puesto un vestido largo y color negro y aparte traía puesto un suéter de esos de abuelita; pues bien cuando se quito el vestido me quede boquiabierto, de hecho casi me desmayo; ¡Puta madre! La mujer estaba muy buena, era más delgada de lo que suponía, su cintura lucia breve pero lo que más me impresiono fueron sus caderas ¡Eran increíbles! ¡Que ni que colombianas o caribeñas o venezolanas o rumberas! ¡Esas si eran nalgas las que tenia Gabi! Viéndola así tenia cuerpo de violín, y aparte de todo y como aderezo lucia una tanga de encaje color negro que contrastaba con lo blanco de su piel. La mujer sonrió y dijo: “¿Te gusto, niño’” Le dije: “¡Si señora, usted está muy buena” Ella se acerco a mí y comenzó a desabotonar mi pantalón y me dijo: “No me digas señora, dime Gabi o si quieres dime puta; tu si puedes decirme así, en tus labios es un halago no como en los de mi marido.” Yo estaba muy excitado, ya tenía la verga bien parada y la mujer me quito el pantalón y los bóxers y al ver mi verga así de dura sonrió y dijo: “¡que buen pito tienes, niño! Lo tienes bien venudo y prieto, ¡y mira que grueso! La vamos a pasar muy bien, de mi cuenta corre” Y sin más comenzó a mamar, lo hacía como si la vida le fuera en ello, lamio todo mi tronco y al llegar a mis huevos los lamio y los chupo, yo cerré mis ojos y ...
... grite pues nunca nadie me había hecho eso; ella se rio y dijo: “¡Lo siento chiquito pero no pude aguantarme! Ya quiero exprimir tus huevotes, se ve que ahí adentro hay mucha lechita.” Ella siguió chupando mi pito, le costaba trabajo meterlo muy adentro de su boca pues lo tengo grueso. Entonces de pronto dejo de mamarlo y saco el condón, me lo puso con su boca y me miro, dijo: “Lo siento bebe, pero ya necesito cogerte, me voy a poner encima de ti y me voy a dar sentones muy duros, ¿crees poder aguantar?” Yo le dije que sí y la mujer sin dudarlo se subió encima de mí y se dejo caer sobre mi verga, me excite muchísimo al ver como mi verga era devorada por la tremenda puchota peluda de Gabi, a pesar de que mi verga es gruesa y cabezona literalmente ese coño se trago por entero mi pene.
Una vez que lo tuvo todo adentro Gabi grito de placer y comenzó a darse sentones, ella no se midió, desde el principio lo hizo con fuerza, eran sentones duros, parecía como si deseara quedarse con mi pito ahí adentro de su panochon. Yo estaba extasiado, era cierto que no tenía el coño muy apretado pero aun así se sentía increíble, yo estaba en mera gloria; oía como sus nalgotas chocaban contra mi cuerpo y no pude resistirlo, las agarre con mis manos y las apreté a placer, estaban bastante firmes para la edad que tenia Gabi; ella gritaba a cada momento que se clavaba mi verga: “¡Aghhhh, ahhhhhh, niño, así dame, que rica verga tienes, hazme olvidar al puto del pastor!” Entonces ahí yo moví mis caderas ...