Anna y los 7 Desterrados
Fecha: 06/05/2018,
Categorías:
Tabú
Sexo en Grupo
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... momento —Le pedí mirándola a los ojos, y ella no me cuestionó, solo obedeció.La agarré suavemente por las caderas, conduciéndola hasta mis muslos y sentándola sobre mí.No pesaba casi nada, y esa especie de mallas eran muy suaves y ligeras, me gustaba el tacto que tenían.— ¡Ops! —Anna se reía ante mi iniciativa—. ¿Por qué me sientas encima de ti?— Porque no tengo nada para abrigarte y estas temblando —dije enrollando mis brazos en torno a su torso.— Estás muy cálido —agradeció Anna, una curiosidad de la que no había sido consciente hasta ese momento.— Y tú estás muy fría —Le contesté quitándole importancia a la temperatura.La película comenzó, aunque no le ponía ningún interés al largometraje, había pagado alrededor de siete euros simplemente para estar como estaba con Anna, y solo era el comienzo.No pasó demasiado rato hasta que empezaron a apetecerme palomitas, y al ir a coger ella me golpeó los nudillos con la palma de su mano.— ¡Eh! No se toca la comida de los demás…— Pero tengo hambre…Ella se giró ligeramente para mirarme a los ojos, con una sonrisa despiadada decorando su cara de ángel.— Te pregunté si ibas a querer algo para comer y me dijiste que ya traías algo para comer si te entraba hambre —argumentó sin saber qué pretendía.— Y así es, pero me apetece comer de “esto” —afirmé poniendo énfasis a esa señalización pero sin indicar a que me refería concretamente.— Pues no puedes comer “esto” —contestó añadiendo a la palabra el mismo tono que yo.— Venga, déjame comer unas ...
... pocas… Si luego yo te daré de mi kebab —supliqué saboreando su malicia.—Abre la boca —ordenó.Abrí la boca obedientemente y me metió tiernamente una única palomita en la boca, aunque yo esperaba que me diese más, se giró aún más y me susurró a la oreja.— Esa será la única palomita que te comas esta noche —declaró guiñándome un ojo y sonriendo con malicia.Saboreé la palomita con lentitud y parsimonia, estaba salada y me gustaba. ¿Cómo sabría su boca la cual había comido cientos de palomitas como aquella?— Pues yo tengo hambre, tú veras si me das de comer a las buenas o a las malas…— No te pienso dar —afirmó sacando la lengua cómicamente—. ¿Qué harás? ¿Quitármelas?— Me serviré yo mismo.— No puedes si no te dejo —declaró volviendo a mirar hacia adelante, la polla comenzó a crecerme entre las piernas y estaba seguro de que ella lo estaba notando. Notaba como apretaba con su culo mi entrepierna, y sin vacilar, le aparte el pelo del cuello, agarrándolo y depositándolo en su hombro derecho.Ella no dijo nada, no reaccionó, continuó mirando la película. Yo iba a cumplir con lo que dije, había traído algo para picar en el cine, me iba a servir yo mismo. Me la iba a comer a ella, y con decisión clave mis colmillos sin excesiva fuerza pero mostrando mi intenso deseo de catarla.Un gemido surgió de su garganta mientras con su mano presionaba contra mi torso, intentando separarme.— Julio, para —pidió sin demasiada convicción, con un tono de voz muy sexy cual actriz porno. Yo la agarré de la ...