1. Anna y los 7 Desterrados


    Fecha: 06/05/2018, Categorías: Tabú Sexo en Grupo Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... todo lo que se puede amar sin estar totalmente enamorado.Estiré mi espalda apoyándola en el colchón, con la cabeza en la almohada.—Anna...—Dime —Al responder me indicó que su posición, y era dándome la espalda.— ¿Te acuerdas que te pregunte en el autobús si podría abrazarme más a menudo? Como Julio y Antón.—Si... —se rio mientras lo recordaba— Te dije que estabas celoso y te abracé.— ¿Y me dijiste que podría abrazarte cuando quisiese?—Me suena, aunque no lo recuerdo con exactitud, pero dije algo similar.Ya no dije nada más, me quedé en silencio y entonces pase mi brazo derecho por debajo de ella. Me sorprendió el que ella no se opusiese ni un poco a que buscase ese acercamiento, pero entonces recordé lo que había pensado antes: "No habrá palabras, solo hechos"Y entonces sentí que todo iba a ir bien. Nada, absolutamente nada iba a salir mal. Ella para mí, al menos en ese momento, ya no era platónica.Y entonces mis brazos se cerraron a través de su tronco, con ternura y timidez. Su camisa estaba húmeda por el sudor y su respiración era agitada. Anna estaba hecha un ovillo y acerque mi cadera a la suya. Pese a tener camisa, noté como estaba desnuda de cintura para abajo. Junté mi verga, aun morcillón, con sus nalgas y como consecuencia no obtuve más que silencio.Su hermoso pelo ondulado, el cual no podía ver, parecía está recogido. Apoye ligeramente mi barbilla en su hombro y pese al calor ambiental, su calor corporal me reconforto.—Pet...— ¿Si?—Estoy muy sudada. ¿No te da ...
    ... asco? No me importa que me abraces, pero... en fin... —no dijo nada sobre que en su culo tuviese mi pene, por lo tanto, acababa de confirmarme que aprobaba lo que estaba a punto de pasar.—Asco no es la palabra —aseguré mientras olía su cuello sudado repleto de sudor. ¿Por qué me ponía tanto?Le clavé mis dientes, mis labios en su hombro izquierdo, el que no reposaba en la almohada. Un gemido de placer surgió de su lo más profundo de su ser, y su sabor era excitante, simplemente me encantó.— ¿Q...Que haces?—Demostrarte que no me da asco—P...Pero no me muerdas, te tragas mi sudor.Mi polla comenzó a crecer en sus nalgas, oprimiendo contra ellas buscando su lugar en "el mundo". Como respuesta a su declaración fue un mordisco más fuerte, no uno que le hacía daño, si no uno más intenso, más sucio... En su cuello.— ¿Te gusta el sudor? —Bromeó ella nerviosa con un temblor de pies a cabeza, presa de mis brazos y ahora también de mis colmillos—. Nunca me lo habías dicho.—Lo digo ahora, me gusta tu sudor.Anna ronroneó e hizo fuerza para liberarse de mis brazos. Yo la dejé salirse, pero no salió de la cama.—Veo que mi primo no tiene sueño, mi primo esta juguetón. Mi primo quiere jugar con su prima —dijo desde la oscuridad, sin delatar su posición real.Una pequeña y cálida mano se posó sobre mi pecho y me tumbó en la cama.—Yo también quiero jugar un poco —declaró, y tras un silencio absoluto noté como su lengua lamia desde mi pectoral izquierdo hasta mi cuello, donde clavo sus dientes con ...
«12...161718...50»