La gran aventura
Fecha: 24/04/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: acapucio, Fuente: RelatosEróticos
... rubia natural que dada mi estatura y a pesar de lo que cuesta mantener en orden, es larga y luce bien.
Trabajo como subdirectora de una editorial mediana en Madrid y tengo un ayudante de mi edad Alonso, que es tan guapo y se cuida tanto que parece gay, no me importaría pues hace muy bien su trabajo que es lo que importa, pero un día se lo pregunte abiertamente pues son muchas las horas que pasamos juntos, me dijo que le gustan las mujeres, pero que no encuentra ninguna que le satisfaga.
Uno de los pocos problemas de mi vida reside en el hecho de que mi pareja Echeyde gana algo así como dos tercios de lo que gano yo, eso y aun no se porqué le molesta aunque no se atreve a admitirlo, el es “responsable de ventas para la zona centro” de una multinacional, y a pesar de eso tiene problemas con el puñetero dinero, con todo es un buen tipo.
Lo que mas le gusta es exhibirme, dominar la situación en todo momento, no tengo escrúpulos en el terreno sexual, soy de mentalidad abierta y creo que cualquier cosa que se haga en la pareja esta bien si a los dos les parece bien, a el le gustaría si tuviera carácter dominarme como a una esclava , pero solo con que yo este dispuesta a acceder a sus caprichos tiene bastante y yo suelo acceder.
Le gusta que los demás hombres me miren pero ser el quien me tiene, prácticamente todos los días comemos juntos cerca de mi empresa, ese día Echeyde llegaba antes de hora y me llamo para que bajara antes, como no tenia que pedir permiso a nadie ...
... salí a su encuentro, al vernos nos besamos y me susurro.
Antes de pedir, vamos al baño de minusválidos y me haces un apaño.
No era la primera vez que lo hacíamos, como no era aun la hora punta y aunque el dueño se daba cuenta nunca dijo nada ya que éramos buenos clientes, todas las comidas de mi empresa se hacían en ese restaurante.
Entramos al baño y tras cerrar, yo me saque el vestido para no mancharlo y en bragas y sujetador me senté en el váter y lo agarre por la polla, comencé a lamérsela y cada vez estaba mas excitado, le hice una de las mejores mamadas que le había hecho nunca, aunque tenia una extraña sensación.
Tragándome todo lo que soltó que en realidad no fue la exageración de otras veces, mientras me colocaba el vestido, pase la lengua por mis labios y ¡No! no estaba equivocada mi pintalabios no tenían sabor a fresa, ese cabrón me la estaba pegando y ni siquiera se lavaba después.
El sábado teníamos una cena que daba su empresa, como otras veces salio mientras fui a la peluquería y al regresar, traía un vestido que como supe después hacia tiempo que tenia encargado, pues era de la tienda donde suelen hacerme la ropa.
Por mi físico un tanto “especial” necesito ropa a medida y la de confección si compro algo se tiene que arreglar siempre.
El vestido que me trajo era para lucirme. Vestido de seda rosa pálido, con un escote delantero estrecho pero que me llegaba hasta el ombligo, y por detrás, dejaba a la vista toda la espalda hasta el comienzo de ...