El maestro de obras
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos
... que él no quitaba sus ojos de mi cuerpo, lo cual por efecto también del alcohol estaba empezando a excitarme un poco, en cuanto terminamos el trago lo acompañé a la puerta para que regresara a su casa, pero cuando estábamos en la puerta sin haberla abierto aún y para despedirnos nos quedamos mirándonos a los ojos un par de segundos, los suficientes para decidirme a darle un beso en sus labios y esperar su reacción, pues de antemano sabía que él era muy respetuoso y jamás él daría el primer paso.
Más que reacción lo que pasó en él fue una especie de transformación, pues de inmediato me apretó contra su cuerpo y pegó nuevamente sus labios a los míos transformándose en un verdadero pulpo, pues sus manos comenzaron rápidamente a recorrer mi cuerpo y tocarme por todos lados, mientras nuestras bocas permanecían pegadas en un largo beso muy suave, pero a la vez muy sensual.
Yo en mi interior pensaba que ese era el momento que tanto estaba yo deseando y que no iba a desaprovecharlo, y ya que había planeado tener sexo con mi esposo esa noche, pues como él ya estaba fuera de combate, y aunado a que ya tenía el consentimiento de mi marido para poder hacer lo que más me complaciera con nuestro maestro estrella, y viendo que iba vestida para la batalla, pues no dudé ni tantito en dejarme hacer por él todo lo que ambos quisiéramos para saciar ese rico calorcito que de vez en cuando nos da a las mujeres al tener a un hombre nuevo y que nos atrae enfrente de uno. Yo respondí a sus ...
... caricias con mis gemidos, lo que indicaba que esa noche algo más que lo que estábamos haciendo en la puerta de la casa iba a suceder; me encontraba ya bastante excitada con el alcohol y las caricias de nuestro ahora amigo que de inmediato lo llevé al sillón de la sala para continuar lo que ya habíamos empezado y no podía de ninguna manera quedar así no más.
Yo seguía gimiendo mientras habría su camisa y seguía besándolo, era indescriptible la calentura que me dio el sentir sus manos ásperas pero cuidadas de un trabajador que sabe cuidar su cuerpo, el sentir esos pechos varoniles llenos de músculos rígidos generados por amplias jornadas de trabajo, ese cuerpo de hombre rudo, pero a la vez de un hombre que sabe cuidar su apariencia física, así luego pasé mi mano por sobre su pantalón y encontré su sexo totalmente erecto, él recorría mi espalda con sus manos y mis gemidos comenzaron a ser más fuertes, entonces pensé que mi esposo podría llegar a oírnos pero eso me excitó en sobre manera, pero supongo que él que desconoce de nuestro acuerdo entre mi esposo y yo, se puso un tanto nervioso pues hizo el mismo comentario que yo había pensado, así que lo tomé de la mano y lo llevé a uno de los dormitorios que aún estaban en obra negra, ahí mi marido con toda intención había colocado un catre por si alguna vez se presentaba el momento es ésa zona de la casa, cuan agradecida estuve por su preocupación de ponerme todo a la mano para que yo gozara como una loca ya fuera esa noche o en ...