El maestro de obras
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos
... estábamos sentados en los sillones de nuestra sala, yo con mi esposo en uno de los sillones y el maestro estaba sentado frente a nosotros. Con el alcohol a mi esposo le empezó a subir un poco la calentura, así que de repente me abrazaba y daba algunos besos delante de nuestro invitado y como ustedes podrán imaginar lo hacía poner bastante nervioso a nuestro invitado, pues como me encontraba sentada frente a él con mis piernas cruzadas y una que otra separación de estas mismas cuando mi marido me jalaba para darme alguno que otro beso, pues supongo que lo tenían más que nervioso, y si a eso sumábamos la vista de mis pechos cada vez que me agachaba para servir otro trago u ofrecerle la bandeja con galletas o picadillos que había preparado, eran de imaginar las tremendas ganas que tendría de regresar a su casa y desquitarse con su esposa.
Debo decir que yo esperaba que ése sábado mi esposo y yo tuviéramos una muy buena sesión de sexo como acostumbrábamos cada semana o cada quince días, por lo que por fuera me vestí muy normalita, con una falta corta, pero sólo arriba de la rodilla, una blusa un tanto escotada, pero no de mal gusto, pero por dentro era yo otra, pues había elegido un conjunto de pantaletitas que mi marido me había comprado hacía poco, el cual consistía de una pantaletita tipo bikini de color lila totalmente transparente, y un brasier al mismo tono con transparencias que hacían que mis pezones se transparentaran a través de la tela que parecía tul, también ...
... elegí un panty liguero pues sé que a mi esposo le fascina hacerme el amor con panty medias puestas o con ligueros, así que decidí por una combinación de ambos y porté un panty liguero en color negro de lycra, por lo que notarán que yo me sentía por dentro muy sexy.
Bueno, pues retomando el relato, debo decirles que con el paso del tiempo y los tragos mi esposo pasó a un estado de total borrachera, lo que me llevó a tomar la determinación de acostarlo y después dar por terminada la reunión, le dije esto al maestro quien de inmediato comprendió la situación y se ofreció para ayudarme a acostar a mi esposo pues era imposible que yo sola lo pudiera llevar hasta la cama. Tomamos entre los dos a mi esposo y lo llevamos hasta el dormitorio, lo dejamos tendido sobre la cama y me ayudó a acomodarlo para meterlo dentro de la cama, Con mi preocupación de ese momento de poder acostar a mi esposo no me había dado cuenta que el maestro había resultado tan beneficiado con todos los movimientos que había tenido que hacer, pues mi falda se había subido a mi cintura y sin duda pudo apreciar muy bien los poco segundos en que pudo ver mi pantaletita, y el panty liguero pues de inmediato me bajé la falda y eso sin contar la vista de mis pechos cuando estaba agachada tapando a mi esposo.
Luego que terminamos de acostar a mi esposo llegamos a la sala para despedirnos, pero antes le ofrecí un último trago antes de que regresara a su casa, mientras conversábamos y tomábamos el último trago me fijé ...