Ahora que se acerca el día de la madre, recuerdo algunas situaciones de mi juventud, en las cuales con mi madre, mucho más joven, y yo tan inocente, que no supe aprovechar muchas situaciones, en las cuales si hubiese tenido la mitad de experiencia actual, las cosas hubieran sido muy diferentes.
Es así que, estaba por terminar mis estudios en la universidad y Sofía todavía trabajaba en esa institución del estado, pero a mí ya me hacía falta dinero para complacerme mis gustos y cubrir ciertas necesidades, así que empecé a buscar trabajo, y se presentó la oportunidad de entrar a trabajar en una institución financiera, en la parte de promoción de tarjetas de crédito. Al ser mi primer trabajo, obviamente estaba sumamente ilusionado y tenía todas las ganas de echarle mucho empeño, ya solo faltaba un semestre para terminar mis estudios y pronto llegarían las vacaciones intersemestrales. Razón por la cual aprovecharía para hacer un poco de deporte e ir al gym, ya que desde los primeros niveles de la Universidad por lo fuerte mi carrera, había dejado a un lado toda actividad deportiva.
Por motivos del trabajo ahora vestía casi todo el tiempo de traje y corbata, y en la tarde de forma deportiva para ir al gym. Una tarde de esas, regresaba cansado de hacer deporte y Sofía no se encontraba en casa por causa de una reunión que tenía con sus amigas en la tarde, o al menos eso pensaba, así que decidí darme una ducha, me quité la camisa y me dirigí al baño de la casa, solo puesto el ...
... pantalón de deportes y toalla en mano, con el torso desnudo, voy a abrir la puerta del baño, cuando justo en ese instante Sofía sale del baño, ahí estaba, y no me había percatado. Yo me sorprendí, e incluso le dije “me asustaste!!, pensé que no estabas en casa”, pero ella no dijo palabra, y solo me contemplaba casi podría decir con los ojos muy abiertos. Tardó un tiempo y luego me respondió “no te oi llegar”.
Yo la miraba al rostro, tratando de mantener la mirada hacia sus ojos, pero no podía dejar de contemplar como estaba vestida, por lo general ella no se vestía provocativa, pero le encantaban las faldas de todo tipo, apretadas, sueltas, largas y cortas, a veces por encima de la rodilla y otras casi hasta los tobillos, conjunto que hacía con una serie de blusas de tipo seda que tenía en muchos colores a escoger. Ahora llevaba puesta una falda un poco suelta, un poco más debajo de la rodilla, de color blanco y con unos puntitos de color negro, contorneaba sus caderas de una forma deliciosa y resaltaba su estrecha cintura, llevaba también una blusa de color negro que dejaba al descubierto su cuello y hombros, de corte español, casi ceñida al cuerpo y con unos vuelos o pliegos muy coquetos, la llevaba por dentro de su falda, permitía ver con mucha delicadeza el inicio de sus pechos, seguramente llevaba puesto un sujetador sin tiras, también vi un cinturón negro de hebilla dorada que le daba el toque especial al conjunto, también tenía unos zapatos formales de punta y taco, ...