Crónicas de Diana III
Fecha: 17/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Dianita96, Fuente: CuentoRelatos
... Negándote a pensar que esto te excita un poco, pero aunque conceptualmente no te guste, tu cuerpo está notando todas las situaciones por las que pasas. Se excita aunque tú no quieras, y en ningún momento lo has aliviado. Me sorprende que no hayas tenido temblores en las piernas o momentos en los que querías tocarte.
-No, no me he tocado, pero no es de tu incumbencia – respondí alterada, al ver que lo que decía era verdad. Incluso en la ducha me negué a aliviarme cuando mi cuerpo pedía a gritos que me masturbara. Volvía a notar el cosquilleo por mi cuerpo…
-Has pensado que estas en una biblioteca llena de gente, sin ropa interior, una camiseta de tirantes que muestra más de lo que se debe y unos shorts sin nada debajo? Cualquiera podría pillarte! No me creo que eso no te excite ni un poco.
-Donde podemos vernos para que me devuelvas mi HDD? – Realmente la situación me estaba calentando cada vez más y mi resistencia disminuía constantemente.
-Solo quiero que nos lo pasemos bien, y tú no te lo estás pasando bien. Qué estas dispuesta a hacer por el tan preciado HDD, no tengo ningún problema en devolvértelo, pero lo hare cuando te vea feliz.
-Que quieres que haga? – Respondí casi esperando a que me pidiera que me tocara allí mismo, para aliviar la excitación que había alcanzado.
-Mírate un segundo, muévete un poco el tirante de la camiseta, y veras tu pecho. Simplemente haz lo que quieras, solo disfruta.
Hice lo que me pidió cuando el picor en mi ...
... entrepierna ya era demasiado grande, y con total disimulo inserte mi mano bajo el pantalón.
Y allí me encontraba, sentada frente el ordenador, en medio de la biblioteca de la universidad observando la cámara fijamente, con la mano cubriendo mi boca mientras la otra entraba y salía cada vez más rápido de mi sexo. Apretaba los parpados, tras ver como un destello, que creo fruto de mi excitación, esperando poder evitar cualquier gemido, mientras escuchaba el goteo rítmico de mis jugos contra el pequeño charquito que se creaba en la moqueta.
—¿Hay alguien?
—Yo no veo a nadie.
—Pues quítate la camiseta, rápido!
Obedecí sin pensarlo dos veces debido a la excitación de estar a punto de un orgasmo. Con solo una mano estiraba la camiseta de tirantes hacia arriba intentando liberarme de ella mientras empezaba a escuchar el chapoteo inconfundible de mis dedos mojados chocar contra los flujos de mi vagina. La camiseta enredada a mi pelo se resistía a liberarme cuando al fin conseguí deshacerme de ella y notar la suave piel de mi pecho contra mi brazo, y con la esperanza de ensordecer el goteo y evitar ser descubierta tire la camiseta contra el pequeño charco que se había formado. Extendí mi brazo contra la pantalla del ordenador escapándoseme el temido gemido que despertaba en mi un cumulo de espasmos y empezaba a mover mi cadera esperando pausar el inmenso placer orgásmico que sentía. Apretaba mis parpados y dientes sabiéndome observada por el recién conocido chantajeador, que me ...