Crónicas de Diana III
Fecha: 17/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Dianita96, Fuente: CuentoRelatos
Vuelvo con el siguiente episodio de las Crónicas de Diana, unas semanas más tarde, debido a la faena que he tenido últimamente, lo siento por la espera. Espero que os guste mucho este nuevo capítulo, ya que intento ponerle esmero a la historia y que no acabe siendo un relato erótico más del montón.
Recomiendo que si alguien no ha leído el segundo capítulo lo haga antes de empezar este, o no se enterara de nada. Por favor, disfrutarJ
___________________
Episodio III: Rompiendo Barreras.
Después de comprender que el chico que me agarro en el pasillo era el afortunado que había encontrado mi disco duro, decidí seguir con las obligaciones que tenía para ese día. Aunque no quisiera admitirlo, el saber que aquel que tenía mi disco duro no parecía ningún degenerado mental, y para qué negarlo, que por los pocos segundos que lo vi, me pareció un chico bien plantado, y guapo, despertaban mi libido, ya agitado por lo ocurrido en el gimnasio.
Aún y así, no podía olvidar que se trataba de un chantajeador, y que tenía que conseguir mi disco duro de vuelta. Pare de repente y me senté un segundo en la arena, saque el móvil y me dispuse a escribirle.
-Que es lo que quieres ahora que ya nos hemos visto en persona?
-Me gusta cómo están yendo las cosas Dianita, para mí, no es necesario cambiar nada. – respondió rápido, como si esperara que le escribiera.
-Si sigo haciendo lo que tú quieres, y las cosas suceden como han sucedido hoy, todos creerán que me he vuelto un ...
... putón.
-Pues a mí me has parecido inocente y encantadora.
-Necesito que me devuelvas el HDD por favor.
-Puedo hacer una cosa… Si me das tu Skype podemos hablar para devolvértelo.
Y así procedí a hacerlo. Se lo escribí y volví a emprender mi camino. Ahora dirección a la universidad Politécnica, donde estudia Laura, y donde habíamos quedado para que me devolviera mi PC. Al llegar me comento que lo había formateado sin mayor problema, y que al no haberle dado el HDD no había podido poner toda la información de vuelta y que lo debería hacer yo. Obviamente… Me dijo que terminaba las clases en un par de horas, y que si quería, podíamos ir a hacer una cerveza si la esperaba. Obviamente, pensé rápidamente en mi cita con el chantajeador, pero pensé que si iba a su biblioteca, en un lugar apartado, podría hablar con él durante esas dos horas de espera. Así que me despedí de Laura agarrando mi PC y me dirigí hacia la biblioteca, donde encontré un cubículo de estudio apartado, y abrí nerviosa el Skype deseando encontrar la solicitud de amistad. Allí estaba. La acepte y de golpe llego un mensaje: “solo hablo si pones la cam”. Intente escribirle algo, pero no tuvo ninguna respuesta, así que abrí la cam y le volví a escribir:
-Donde podemos quedar para que me lo devuelvas?
-Hoy te he visto sonrojada en diferentes momentos. Esto empieza a gustarte?
-No me has respondido, y no, no me gusta en absoluto.
-Imagino que desde que todo esto empezó, no te habrás tocado ni una vez. ...