1. ¿Se vive en surrealismo?


    Fecha: 27/01/2018, Categorías: Incesto Autor: shizu, Fuente: SexoSinTabues

    ... hilo –se levanta y mientras hago lo de vestirme (con muchos problemas), noto como se mueve con un poco de nerviosismo. El tiempo pasó, yo allí, parado mirándome al espejo. Dios, parecía travesti pobre. -Ya veamos, parate allí y extiende los brazos hacia los costados-me indica. Cumplo -Mmmm,mmmm…-hace muecas – Oye, amm, tu…cosito sobresale un poquito –con las mejillas rojas indica con la boca mi pene. Se acerca y se arrodilla – No te sientas mal, perdona, permiso…este. - mete su mano bajo la falda y agarra mi pene para empezar a acomodarlo. –¡O…O. OYE! –le digo con sorpresa mientras siento su tibia mano cubrir mi pene mientras busca una posición. – Para mi tampoco es cómodo –me dice y corre la vista- Pero, necesito que se vea plano y bueh, tienes …un…cosito bultoso y que se nota –le miro y está con su rostro muy rojo. Obviamente, a los minutos mi cuerpo reacciona y empiezo a tener una erección. Sus dedos presionan con fuerza y me habla – se…-traga saliva- se está poniendo duro - ¡Si, osea, no, osea…- No logro coordinar las palabras- disculpa, es que…- Me interrumpe- Está bien. Tranquilo…es, algo…normal, ¿no? – con mi pene en su mano me mira a los ojos unos minutos. Con su otra mano, levanta la falda dejando a simple vista un pene semi erecto siendo apretado por una pequeña mano. La imagen jamás se me olvidó. Sin pensarlo, sin pensar en nada, sin tiempo ni motivo, empieza a recorrer mi pene con su palma para cogerlo mejor y empezar a masturbarme lentamente -¡O. OYE, PERO…!- ...
    ... Su mirada y la acción de su mano me ahogaban. Pasaron segundos y la erección se completó. Con su mano descubrió mi glande. La respiración se agitó, los corazones andaban a mil por hora, el tiempo no era más que una frase en el diccionario. Nos miramos. Le coloco mi zurda en el costado de su cabeza y por inercia ella acerca el rostro, abre la boca, cierra los ojos e introduce mi pene entre sus labios; ¡DIOS! ¡QUÉ CALIDEZ! Su boca era pequeña, su lengua muy blanda, sus labios grilletes majestuosos. Placer, placer. Miro hacia abajo, y veo a mi hermana mamándomela, veo como su mano me masturba mientras su cabeza se contonea de un lado hacia otro mientras viaja adelante y hacia atrás succionando el glande y parte de mi falo, provocándome sensaciones maravillosas. Con ambas manos la cojo de los costados de la cabeza, le digo que saque la mano y empiezo a hacérselo por la boca. Me mira. Mi pene entra y sale de entre sus labios. Su saliva se acumula y cae por el costado. Se ahoga un poco, sus ojos un poco rojos y llorosos me miran, me excitan mucho más. -Párate –le digo. Lo hace. Me acerco, me inclino y le beso, apasionadamente, sensualmente. Ella me responde, se apega a mi cuerpo, se excita. Sus manos no se separan de mi pene: me besa y me masturba. La llevo a la cama y de los hombros la lanzo a esta. Sin aviso me lanzo a quitarle sus calzas negras. Ella me mira, ella solo me mira. Su entre pierna, iluminada por luz artificial de tarde, una delicada mancha de vellos castaños claros ...