Perra en celo. Mis memorias II
Fecha: 23/01/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster
Salí del episodio con aquel gordo es**tológico aún más decidida a meterme de lleno en los misterios del sexo, que cada vez me excitaba y me atraía con más fuerza. Recuerdo que no me dejó lavarme nada más que la cara y las manos, arreglarme un poco el pelo y me echó de su casa. Menos mal que llevé el coche y lo había dejado en un parking cercano, porque no estaba demasiado presentable como para volver en autobús.Cuando entré en casa, con olores de todo tipo sobre mi cuerpo, mis bragas meadas en el bolso, aún en medio de los efluvios de lo que había pasado en mi cabeza, mi marido salió hasta el pasillo, con la mirada encendida de pasión y se abalanzó sobre mí, me abrazó, besándome el cuello y los labios, casi arrancándome el vestido, me echó sobre la mesa de la cocina y me folló con furia, con ansia de a****l salvaje, con una lujuria que era nueva para mí en él.Tumbada encima de la mesa, con su polla aún llenando de leche mi coño ardiente, supe que esa nueva vida que había emprendido iba a estar llena de felicidad.Después de darme una buena ducha, asearme bien, perfumarme y volver a reconocerme en el espejo, nos sentamos delante del ordenador a echar un vistazo a las nuevas peticiones. “Quiero dejarte seca pedazo de puta”, “Cuando te la meta por el culo no te vas a poder sentar en un mes”, “¿Me dejas darte un masaje y algo más?” “Buff, la verdad es que la gente es muy poco original y tiene muy, muy poca imaginación, no te parece cielo”, me dijo Luis.“Espera, mira”, “Busco ...
... perrita para mis amigos. Están muy necesitados”. “Vaya, esta parece sugerente” le dije. “Además el plan ese de grupo es emocionante, ¿no te parece?” “Sí” le contesté, mientras notaba como mi coño se humedecía sólo de imaginar. El demandante quería un fin de semana, desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la tarde, las coordenadas nos mostraban una casa de campo en la Valldigna, a una hora de Valencia más o menos. Quedamos con él para el siguiente viernes.El viernes por la mañana apenas di una a derechas en el curro pensando en lo de la tarde. Y al final llegó el momento. Luis me acompañó, me llevó hasta allí y quedé con él que me recogería el domingo, a eso de las 20:00, en el mismo sitio.Caminé unos trescientos metros por un camino, hasta una cancela que ponía “Ca Romingol”, la abrí y entré. Comencé a escuchar ladridos de perros. No es que me den miedo, pero temía que de pronto vinieran corriendo hacia mí, para alejar a la intrusa. Sin embargo apareció Carlos. Un hombre muy apuesto, elegante, bien vestido, que me saludó con gran simpatía, ”hombre, tú debes de ser Alicia, ¿no?, bienvenida a tu casa”. “Muchas gracias le contesté” Era una finca muy agradable, con mucha sombra que servía para apaciguar el incipiente calor veraniego.Me enseñó el jardín, la piscina, perfectamente puesta, con todo lujo. Vaya, esta sí que va a ser buena, fiesta con grupo de ricachones con ganas de darme fuerte, pensé. Entramos en la casa, y estaba puesta con un gusto exquisito, además de muy ...