Vestuario masculino y empleadas de limpieza 2.
Fecha: 19/01/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... conciencia hacía un rato en la boca de la suplente, mi pene se conservaba a medio empalme, mientras que Marta se puso a limpiar los espejos de los lavabos y la suplente también apareció en escena a unos metros fregando. No me quedó otra opción y tuve que salir. El señor al verme, no se cortó en absoluto y dijo lo suficientemente alto como para que yo lo escuchase: “¡Joder! ¡Qué poca vergüenza tienen algunos! ¡Delante de dos señoritas!” Mientras notaba que me miraba la polla depilada a través de los espejos. Marta dijo: “No se preocupe, si con él estamos acostumbradas, jajajaja” “Le hemos visto muchas veces” El señor dijo: “Pues no entiendo nada, y él desde luego que me parece un desvergonzado” Yo podría haberle contestado, pero preferí no entrar al trapo, mientras veía como Marta y la suplente se descojonaban en cuanto el señor no las miraba y yo me cepillaba nerviosamente los dientes esperando que pasara el temporal y el señor se marchase de una puta vez. Pero de repente una especie de despertar me vino a la cabeza, y pensé: “¡Que coño!” “A esto le doy yo la vuelta a la tortilla” “Esta me quiere hacer pasar a mi vergüenza y lo que va a ocurrir es que va a quedar como la puta que es, jejeje”. Entonces le dije bien alto: “¿Bueno Marta me vas a traer la toalla o me voy hacia las taquillas y me secas tu como haces otras veces?” Fue la primera vez que vi a Marta ponerse roja como un tomate, mientras el señor que se notaba un conservador de los de otra época, la miraba de ...
... arriba abajo casi con desprecio y dijo entre dientes: “Que bárbaro, vaya puterío que se tienen aquí montado estas”. Marta intentó defenderse como indignándose, y muy altiva: “¿Pero que dice?” Mientras que yo me acerqué a ella, le di un azote en el culo y dije: “Veeeenga tonta, no te hagas la estrecha ahora” “O si prefieres, vete abriendo el cuarto de rayos uva y te ocupas de mi allí como otras veces”. Ahí la dejé fuera de combate y ya no supo cómo reaccionar. El carca trasnochado, se echó las manos a la cabeza y prácticamente salió corriendo, mientras que yo me sentía orgulloso de como había dado la vuelta a la situación y con el agravante de estar en pelotas. Según el hombre salió refunfuñando por la puerta Marta me puso de cabrón para arriba y se intentaba excusar diciendo: “¡Joder! Que es mi trabajo” A lo que yo le contesté: “Y mi gimnasio ¡no te jode!¡Además has empezado tu”. Y ahí Marta no tuvo mas remedio que contenerse con un aire de resignación. Nos quedamos mirándonos el uno al otro como reprochando sendas actitudes cuando de repente, nos echamos ambos a reír y Marta dijo: “Menuda cara se le ha quedado al carca, jaja” “Solo espero que no de parte arriba en recepción, jajaja, y si lo da, pues bueno ya sabemos a negarlo todo jajaja”. Se me acercó, me cogió del rabo y dijo: “Ahora te vas a enterar” “Vamos al cuartito de los UVA” Yo: “Por mi encantado, jajaja” Le dio un silbido a la suplente y le dijo: “¿Qué? ¿Te apetece un poco mas de juego con este cabronazo y su rabo ...