El Doctor no está - Relatos Eróticos

El Doctor no está

... placer. Luz sentía los duros pezones de María refregarse sobre ella y también su coño húmedo, María comenzó a mordisquear la nuca y las orejas de Luz y a murmurar con voz cargada de tensión sexual-Es usted una señora muy golfa. Debería tener un poco de dignidad y no dejarse follar con tanta facilidad.-Es mi naturaleza, no puedo controlarla-Es la naturaleza de una perra callejera cualquieraMientras María se seguía frotando lentamente sobre el cuerpo de Luz esta comenzó a sentir un líquido caliente que le mojaba toda la espalda-¿Doctora me parece que usted acaba de orinarse sobre mi espalda?- Dijo Luz con una voz temblorosa por el placer de sentirse utilizada como un retrete..-¿Usted prefería que lo hubiera hecho en el baño?-No, de ninguna manera. La próxima vez que me lo haga que sea sobre mi cara. Luz temblaba-Quédate tranquila tengo algo mejor para la cara de una puta como túMaría se seguía restregando sobre el cuerpo de Luz sintiendo ahora la orina caliente entre ellas-Es tiempo- dijo María bajándose de la camilla y atándose un enorme strap-on a la cintura con la que comienza a penetrarla por el coño.El consolador era negro y enorme y era justamente lo que Luz necesitaba para calmar su ardor. María la penetraba una y otra vez con dureza mientras se acariciaba las tetas. Luz movía las caderas desesperada tratando que ese pedazo de plástico se introdujera aun más en su vagina y pensaba en lo que hubiera disfrutado Pepe esta situación. Se lo imaginaba parado a su lado mirando ...

... embelesado a esas dos mujeres mientras se masturbaba frenéticamente. Finalmente Luz no soportó más y se corrió con un grito de hembra que se debe haber escuchado en las casa vecinas.A continuación María soltó las ataduras que sujetaban delicadamente a Luz y se recostó sobre el escritorio con las piernas separadas-Señora Maritnez, chúpeme el coño que yo también necesito un desahogoLuz comenzó lamerle los labios disfrutando el sabor acre de los jugos vaginales mezclados con la orina, mientras le empotraba un dedo en el culo. María se retorcía de placer al sentir la lengua de Luz recorriendo cada rincón de su coño e introduciéndose en su interior cada tanto. Cuando sintió que se estaba por correr, tomo con sus manos la cabeza de Luz con fuerza y se la pegó a su coño mientras le restregaba el clítoris sobre la cara. Finalmente se corrió eyaculando un abundante líquido blanco sobre el rostro de Luz-Bébelo, bébelo todo, puta- gritaba María en frenesíLuz no daba abasto a tragar la eyaculación de María mucho mas abundante que la de cualquier macho que ella hubiera chupado y cuando finalmente terminaron los espasmos del orgasmo aflojó la presión y luz retiró su cara completamente enchastrada de los jugos de María.Luz se subió al escritorio y se recostó al costado de María y la besó muy dulce y profundamente acariciando su negro pelo y jugando con el, mientras la miraba a los ojos con delicadeza. En su cara todavía había una gran cantidad de leche de MaríaTe dije que tenía algo mejor ...