El Doctor no está - Relatos Eróticos

El Doctor no está

... algo mas. La idea de unos masajes eróticos aplicados por una mujer, nunca habían circulado por la mente de Luz, pero la fricción la estaba volviendo al grado de excitación que tenía antes de entrar al consultorio. Comenzó ella también a suspirar por lo bajo. Mientras tanto los masajes continuaban, aunque sin apoyar a los pensamientos lésbicos de Luz. A los pocos minutos su respiración estaba bastante mas agitada, producto obvio de sus pensamientos calenturientos.-El doctor me había avisado que usted era una mujerzuela, pero no me imaginaba que tanto-le susurró María al oído mientras con la uña del dedo índice recorría la espalda de Luz desde el cuello hasta la cadera-¿Le parece doctora?- se animó Luz- Soy una señora casada.-Usted cree que una señora recatada mojaría las sábanas de la camilla mientras la masajeo-A cualquiera le puede pasar –Se excusó suspirando-No señora, a cualquiera no. Hay que ser muy zorra para que le suceda esto. A una mujer decente eso no le sucede, y si por una de esas causas de la naturaleza sintiera algún tipo de excitación sexual se controlaría y no andaría provocando a las demás personas con su ardor uterino.-Bueno, es verdad que estoy un poco caliente, sus masajes me pusieron así.-No, no no Señora Maritnez. Yo le hice solamente masajes curativos, y solo una mujerzuela lujuriosa y vulgar como usted puede confundirlos con masajes eróticos.Mientras hablaba María fue moviendo delicadamente su mano por el interior del muslo hasta llegar a tocar el ...

... coño mojado de Luz con el dedo índice. Luz levantó un poco las caderas y el dedo entró con mucha facilidad en el interior del coño, provocándole un prolongado quejido de placer- ¿Ve lo que le digo?, es usted una mujer muy vulgarLuz se sentía humillada y avergonzada, pero al mismo tiempo gozaba con esas sensaciones. Pensaba en Pepe y se preguntaba en que estaría pensando en ese momento. El acordarse de su esposo le hizo ver que a él le gustaría escuchar una confesión de ella.-Tiene razón doctora soy una ramera descarriada que no puede controlar su calentura. Necesito sexo a cualquier hora y de ser posible el mas vulgar e indecente, pero necesito por favor doctora, necesito ahora desesperadamente que me meta algo en la vagina que no soporto esta calentura de puta en celo-Señora ¿usted me esta pidiendo que la masturbe?- Si, es lo que realmente necesito ahoraInmediatamente María abre el cajón del escritorio y toma las cintas con las que el Damián solía atarla. Una vez hecho esto procede a quitarse el calzado de goma blanco que tenía puesto y los cambia por unos zapatos rojos de taco muy alto, muy sexis. Se desabrocha y quita el delantal de doctora frente a Luz, quedando completamente desnuda. María comienza a dar vuelas alrededor de la camilla mirando con detenimiento el generoso cuerpo de Luz tendido boca abajo mientras se tocaba sus esplendidas y turgentes tetas. A continuación María se sube a horcajadas de Luz y comienza a frotar su cuerpo contra la espalda de Luz gimiendo con ...