1. Te tengo, sobrinita


    Fecha: 05/01/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ViSiosoEnMordor, Fuente: CuentoRelatos

    ... ojos verdes.
    
    -Ve al cuarto de tus padres y tráeme unas bragas de tu madre. El color no es importante. Rápido, gatita, que no tengo todo el día.
    
    Pilar se extrañó mucho al recibir esa petición tan curiosa, pero obedeció sin rechistar. Por un momento, ella pensó que quizá su tío solo tenía algún fetiche con su madre. El tiempo le demostraría a la guapa Pilar lo equivocada que ella estaba…
    
    -Aquí tienes lo que me has pedido… -dijo Pilar queriendo entregar unas braguitas negras a su tío Pedro, el pervertido.
    
    Pedro no cogió las braguitas que Pilar le daba y le dijo:
    
    -No, gatita. La cosa no va por ahí. Quiero que te quites las bragas que llevas ahora mismo y te pongas las de tu madre.
    
    Pilar miró a Pedro con mucho asco. Con un asco cercano al vómito. Pero qué clase de pervertido sin escrúpulos era su tío?
    
    Pilar, obediente, cedió a lo que pedía Pedro: con muchísima vergüenza se quitó los zapatos, se bajó la falda que llevaba y, por último, se quitó las bragas con ositos dibujados que llevaba. A Pedro le encantó la cursilería que tenía su sobrina con las bragas.
    
    Pilar se puso las bragas de su madre con una vergüenza indescriptible. A saber lo que ese lujurioso tipo le pediría después…
    
    -No te pongas la falda de nuevo, gatita, no hará falta. Ahora acércate y ponte de rodillas, venga, guapa. -Pedro sonreía como un pervertido.
    
    Con mucho miedo y asco, Pilar acató la orden que acababa de recibir por boca del que creía que era un tipo ejemplar. Cuando estuvo de ...
    ... rodillas, miró a Pedro con cara suplicante. Quería intentar lo que casi seguro no funcionaría: intentar ablandar con su mirada a Pedro, que se diese cuenta que lo que estaba obligándole a hacer no estaba bien. Pilar no tardó mucho en darse cuenta que buscaba compasión en la persona equivocada… Pedro había esperado demasiado tiempo una oportunidad como esa para que la moralidad lo pudiese parar.
    
    -Ahora quiero que te empieces a masturbar con la mano izquierda, metiéndote la mano por dentro de las bragas de tu querida mamá. Y después, viendo que disfrutas tanto fumando cigarros, te voy a dar uno más grande para que lo saborees a tu gusto. -Pedro estaba tan feliz que no se lo creía ni él.
    
    Pilar estaba abatida. Ella sabía que fumar marihuana no estaba nada bien, pero aquel castigo era terriblemente cruel. Su tío se aprovechaba de ella sin ningún tipo de compasión. La chica pensaba que su tío era un ser despreciable que no merecía respirar el aire que todo el mundo respiraba.
    
    Pero también sabía que no estaba en situación de negarle nada a ese hombre. Nada de nada. Así que, al igual que una gatita domesticada, se decidió a obedecer las órdenes.
    
    Se empezó a masturbar con la mano izquierda, avergonzada de sentir placer en una situación tan repugnante para ella como era la que estaba viviendo. Inmediatamente después empezó a bajar los pantalones y calzoncillos de ese ser sin alma que era su tío.
    
    El pene de Pedro estaba erecto a más no poder… Pilar, mentalizándose que debía ...