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La Soledad de los LLanos (Capitulo 14 y Final)
Fecha: 02/01/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos
... orden fue para Salome. Este muchacho tomaría el flancooeste. Su misión era descargar su arma a cualquier persona que osara entrar. Luis tomaría la parte trasera mientrasEl Gato tomaría el desafío de moverse a cada flanco. -sobraron armas-mencionó Luis. -mucho mejor… Toma todos los rifles y colócalos en cada puerta y ventana de la Hacienda, ¿están cargados?- consultó Rafael Garza. -sí, todos- confirmó el joven forajido. -muy bien, ahora toma tu posición y dispárale a todo “Pelao” que veas cerca- -está bien-el muchacho estaba a punto de marcharse, pero fue detenido nuevamente. -¡huerco!- exclamóel Gato. -¿qué paso?- contestó apremiante. -¡ora más que nunca necesitamos tus huevos!- exigió el pistolero. Enseguida gritó a todo pulmón para que cada atrincherado lo escuchara. -solo recuerden una cosa, no vienen a detenernos, nos vienen a destruir, así que son ellos o nosotros… ¡disparen a matar! … ¡no dejen que entre ningún hijo de la chingada!- *** Los rivales empezaron a circular y ante la aproximación del enemigo los disparos sonaron de nuevo. La tregua había terminado. Salome, Ramón y Luis peleaban desde sus posiciones mientras el Gato hacia lo mismo desde diferentes ángulos. El mercenario corría de puerta en puerta y de ventana en ventana. Esperaba hasta encontrar un blanco y disparaba con el rifle colocado por Luis. Después se movía con facilidad hasta llegar a otro punto. Cada una de las puertas y ventanas contaba con una carabina al lado ...
... para facilitarle el traslado. En elmirador de la hacienda, un miedoso Don Pedro tumbó algunos ladrillos de la pequeña guarida. Allí colocó su rifle. Era una buena estrategia para disparar con protección. Al Capataz le aterraba asomar la cabeza. Pero en el clímax de la batalla dejaría su trinchera para disparar ante el acoso enemigo. *** -lo que usted hace no es legal señor Jiménez- expresó con furia la valiente Señora Consuelo mientras los disparos aturdían sus oídos. -mire viudita, vale más que se aleje antes de que me olvide que es mujer… ¿si me entiende?- amenazó el funesto líderCordado. Ante esta advertencia la señora decidió pedir ayuda y se dirigió al pueblo. Estaba decidida en llamar a la guarnición de Militares más cercana. La batalla continuaba sin tregua y requerido el tiempo Luis dejó su posición para conseguir más municiones. Los cartuchos se encontraban en un armario tras las escaleras. Su posición la tomó el Gato mientras el muchacho se apresuraba en dejarles suficiente carga a cada combatiente. Cayó el primer hombre muerto. Se trataba de un Policía Rural que se acercaba peligrosamente por la parte oeste de la Hacienda. Don Pedro lo venía observando desde que emprendió sigilosamente su camino. Se persignó con solemnidad y se disculpó ante Dios por su siguiente acción. Apuntó meticulosamente su arma y enfocó su vista. Respiró con ritmo y cuando se sintió totalmente en paz jaló el gatillo. El cuerpo del Rural se desplomó. La Hacienda se encontraba en ...