1. La Soledad de los LLanos (Capitulo 14 y Final)


    Fecha: 02/01/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombro. Al igual que el Gato, Don Pedro comprendió que sus razonamientos habían sido rechazados. No obstante, la Señora Consuelo enfureció explosivamente. Salió por la puerta principal en contra de toda su familia y caminó directo hasta Tadeo Jiménez. Recriminó la nefasta postura de su grupo y exigió cordura. Después de escuchar a la Dama se ordenó elalto al fuego.La Cordada cedió a sus requerimientos excepto uno. Retirarse sin Luis de la Garza. Permitieron salir a los niños y mujeres de la Hacienda, pero dejaron claro quela guerra había comenzado.
    
    ***
    
    Se despidieron emotivamente. Los abrazos y las lágrimas abundaron la Hacienda durante aquellos segundos de paz. Doña Consuelo y Consuelito estrujaron fuertemente a Luis quien regresó con carabinas para todos. El primogénito le sugirió a Ramón que se marchara, pero éste se negó fielmente. Don Pedro Ibarra era un acérrimo enemigo de las armas, pero tomó una carabina 30-30 para sorpresa de todos. Estaba dispuesto a respaldar la causa de Luis. El muchacho le agradeció su gesto valeroso, pero recalcó que debería irse con su familia. Ante estas sugerencias, el Gato reprochó fuertemente a Luis. Explicó que no solo era mala idea decirles que se fueran, sino que era en vano.La Cordada atacaría a cualquier hombre.
    
    -¡le toco la de malas a Don Pedro… se va tener que quedar a pelear, si o si!-mencionó el sarcástico mercenario.
    
    El portón principal se abrió y los inocentes tuvieron 15 minutos para salir de la zona de fuego. ...
    ... Dentro de la Hacienda Luis repartía las armas a Ramón y a Salome Ramos. Solo 5 hombres permanecieron dentro mientras que sus rivales eran al menos 20 pistoleros. 11 miembros de La Cordada y 9 Policías Rurales. La ubicación geográfica del rancho era beneficiosa para los atrincherados. Podían observar fácilmente los movimientos de sus rivales desde dentro. Por otro lado, la gente de Tadeo tenía dificultades para observar con claridad cualquier acción de la Hacienda. El Grupo Armado avanzó unos cuantos metros. Empezaron a cercar la totalidad del rancho. Sus movimientos eran con sigilo, silenciosos y precisos. Pero aún con aquella perfecciónEl Gato observaba todo desde la valla. Sus indicaciones fueron al mismo tiempo que el rodeo de sus enemigos.
    
    ***
    
    -¿Quién es el mejor tirador de larga distancia?- preguntó Rafael con premura.
    
    Nadie levantó la mano. Segundos después Don Pedro Ibarra reconoció tímidamente que era un virtuoso del disparo. Luis y Ramón lo observaron con asombro. El Gato confió en la declaración del viejo Capataz y lo mandó al techo. La Hacienda contaba con un pequeñomirador[4]. Era el lugar perfecto para un buen francotirador. Podía darse el lujo de analizar a detalle sus víctimas, tomarse el tiempo necesario y disparar a placer. Don Pedro subió hasta el punto más alto del rancho. Las órdenes del Gato continuaron. Inmediatamente mandó a Ramón hasta la puntaeste de la mansión. Desde allí atacaría a todo Policía o miembro deLa Cordadaque se acercara. La misma ...
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