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Pasión Salvaje
Fecha: 21/12/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: jorgecampos, Fuente: RelatosEróticos
... virilidad que casi me estaba masturbando con su boca. Mi verga le entraba toda y ella gozaba sintiéndose sumisa y dominada. -Aaagghh . . aagghh . .-, gemía ahogadamente con mi gruesa verga hasta su garganta. Ya estaba yo tan caliente que quería venirme en su boca. Y yo no esperé a pedirle permiso. MI verga soltó chorros de semen inundando su garganta. De mi pene brotaba y brotaba tanto semen que comenzó a escurrirle por los labios hasta que terminé de descargarme todo en ella. Dejé de bombearle mi verga en su boca pero la seguí sujetando del cabello. Ella comenzó a tragarse mi semen, le saqué mi verga de su boca y se la retiré a unos cuantos centímetros. Mi verga aún goteaba de la enorme venida que tuve. Ella estiró su lengua tratando de alcanzar la punta de mi pene que estaba goteando de semen todavía, - la quieres?. . pídemela puta . . pídemela . .- le dije sosteniendo a la chica del cabello para que no me la alcanzara. -sssiiii . .soy tu putaa. .dame tu verga dame vergaaa- gritaba excitada. Le acerqué mi verga mojada de semen y se la froté en la cara. Ella se relamía mi semen y cuando sintió mi verga en su boca otra vez me la dejó bien limpia chupándola toda. La levanté del piso y jalándola de los cabellos la empiné sobre el sofá de la sala. -¡Cógeme! . . . ¡cógeme bien duro!-, me decía casi suplicando. Con una mano le levanté su vestido y me dí cuenta que no traía panties ni nada, se veía muy buena empinada en el sofá y con unas nalgas redondas y ...
... firmes. Y su cintura delgada la hacían la mujer perfecta. Yo seguía bien caliente y con la verga parada todavía a pesar de haberme venido. Le acomodé la punta de mi pene en su rajita y se la sentí bien mojada. Sin decirle nada se la metí con fuerza al mismo tiempo que la sostenía del cabello todavía. Toda mi verga le entró hasta el fondo. Y en cuanto ella sintió mi duro miembro al poseerla gimió gozando mi pene al penetrarla. M dijo que sentía tan rico, que la sentía muy gruesa y que le diera duro. Yo también sentí una delicia al entrar en su vagina. La tenía bien mojada. La seguí sujetando del cabello con mis fuertes brazos firmemente y arremetí con fuerza una y otra vez. Mi pene entraba y salía como un caballo desbocado. Seguí cogiéndola bien duro y le daba fuertes nalgadas y ella gritaba gozando y gritándome que no me detuviera. Los empujones eran tan duros que a la exquisita chica casi la alzaba del sofá en cada metida. Me decía que le gustaba cómo le golpeaban mis testículos en ella. Ella gemía en cada cogida. -Aaagghh ..aahh .. aahh no pares . . no pareeess- decía empinada suplicante. Le seguí dando duro y duro hasta que de pronto ella se vino toda. -Ooohhhgg . .me vengoooo..-, gritó ella y sentí como sus piernas se aflojaron y su cuerpo se estremecía. Pero yo no paré de darle duro y duro. Se calentó mucho. Se mojó bastante hasta sentí que me mojó las piernas. El sofá también estaba mojado. Ella se vino tan intensa que a mí me excitó eso más todavía de ...