Ingeniera Civil
Fecha: 14/12/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... armonioso, lo que alegra los ojos, pero a veces se olvida que esto es un negocio, y cuándo le rechazamos algún trabajo porque económicamente no es factible, nos echa la culpa de que no le ponemos empeño, por eso buscó a alguien que se dedique a sus proyectos.
- ¿Entonces lo mío va a punto muerto?
- No, no te lo creas. Todas son estructuras muy bien pensadas, y solo falta encontrar la oportunidad de financiamiento sin comprometer el patrimonio de la empresa; tú puedes ser un buen filtro para volverla a la realidad.
Por un lado, me quedé más tranquila sabiendo la causa del por qué, con tantos ingenieros, me necesitaba a mí, por el otro me preocupaba, que tanto tendría que filtrar para que saliera algo cómo la gente.
Esa semana conseguí alquilar un departamento no muy grande, pero para mí era lo suficiente cómodo. Contaba de dos dormitorios uno de los cuales lo transformé en mi oficina privada, una linda sala y una cocina con todo lo necesario, estaba en un décimo piso de un edificio de dieciocho, con un balcón con vista al bulevar que pasaba por enfrente, aparte tenía cochera, que para mí era importante.
El edificio lo había direccionado la empresa, por lo que los nexos con la inmobiliaria facilitaron el conseguirlo. En la terraza contaba con un salón para fiestas para uso de la comunidad, más una pileta climatizada con solárium, algo con que me pensaba regodear en verano, o cualquier día soleado.
Trabajar con Viviana era muy llevadero, era estricta, pero con ...
... un trato amable, tenía una capacidad de trabajo que hacía que te esforzaras para no quedar atrás. Supongo que para una persona que no le gustara, sería estresante, no era mi caso, ya que lo que hacíamos me fascinaba.
Tenía varios proyectos a la vez, y después de presentarme me probó cómo me desempeñaba con los trabajadores. Realmente no tuve problemas, a pesar de mi cara de niña, sabía tratar con estos, anteponiendo mi autoridad amablemente.
Ya pasaba del mes que trabajaba con ella, y la relación era cordial. A pesar que cuando íbamos a la cafetería, a veces se le acercaban mujeres que se veía que algo tenían en común, por la forma de tratarse o besarse, pero de ahí no pasaba. Digamos, no ocultaba su condición, pero no alardeaba de ello.
Conmigo siempre tenía frases picaras o graciosas, pero no iba más allá, aunque varias veces note cómo me miraba cuando creía que no la veía.
Fue creciendo mi amor a este trabajo y mi admiración a su talento. Realmente los proyectos parecían un sueño, echaba su imaginación a volar, y sacaba hermosos trabajos, que a veces tenía que aterrizarlos yo, porque la física no permitía que volaran.
Cuando pasaba eso, se echaba a reír.
- ¿Ves? Tú eres el ancla que me sujeta al mundo, a veces pienso que entre las dos podemos hacer un mundo nuevo.
- Con que arreglemos un poco este, y no se nos caigan los edificios me doy por conforme.
- Tu siempre tan prosaica.
- Y tú siempre tan soñadora
Un día me llamó para preguntarme si me ...