Con las bragas en la mano (III)
Fecha: 30/11/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: solotulosabes, Fuente: CuentoRelatos
La mirada de Alba diciéndome que llamase a su marido era de puro vicio. Sus pezones seguían duros como piedras y en su coño aun brillaban los restos de su corrida. No me lo pensé dos veces, aquello formaba parte del juego sexual que habíamos empezado, así que cogí el móvil del pantalón y lo encendí, no paso ni un minuto cuando saltaron las llamadas de Gustavo. Alba con un gesto me pidió que me tumbase a su lado, me acomode junto a ella y mientras con una mano recorría su cuerpo con la otra llame a Gustavo.
Alba se levantó, con su IPhone en la mano se dirigió a la cómoda y lo acoplo en el reproductor de sobremesa. Observe su figura desnuda reclinada mientras manipulaba el dispositivo, su postura me ofrecía una vista privilegiada de su culo y su vulva ligeramente abierta entre sus muslos. Ante tal panorama mi polla reacciono saliendo de la bragueta de mis calzoncillos, mientras la señal de llamada sonaba en el teléfono y se podía leer el nombre de su marido en mi pantalla. Me falto poco para colgar, acércame a ella penetrarla en esa posición, pero en ese momento la voz de Gustavo se oyó por el manos libres. Alba se dio la vuelta, sus ojos clavaron primero en mi polla para después mirarme con ojos lascivos mientras recorría con uno de sus dedos la raja depilada de su coño.
La voz de Gustavo se volvió a oír por el manos libres
- ¿Luis?, ¿Me oyes?
-Sí, sí te oigo. ¿Me oyes tú a mí?
- Sí, ahora sí. Estoy en el coche a veces se va la cobertura.
- Acabo de ver ...
... tus llamadas, pero estaba en una degustación con una clienta y lo tenía apagado, lo siento.
Mientras Gustavo y yo hablábamos, empezó a sonar el Sign Your Name de Terence Trent D'Arby, y Alba con pasos lentos al ritmo de la canción se fue acercando hacia mí.
- ¿De qué era la degustación?
- Un conserva gourmet a base de algas y almejas.
- Suena bien
- Sí, es un producto exquisito, lo llamaran “Delicias de mar”
- Que bueno, ya me contarás. Mira, te llamaba por la reunión de la mañana. No sé, no te vi muy convencido…
Mientras Gustavo volvía a repetir lo mismo que ya había escuchado anteriormente. Alba me estaba sacando los calzoncillos, mi polla se bamboleo a ambos lados al liberarse de ellos. Duarte unos segundos Alba la contemplo; después la cogió y comprobó su dureza oprimiéndola ligeramente con la palma de su mano.
El morbo crecía por momentos. La voz de Gustavo, la música de fondo y Alba presionándome le polla mientras me miraba con sus ojos azules tras los mechones de su pelo negro cubriéndole la cara.
- No de verdad Gustavo, créeme, me encanta. Dije mirando fijamente para Alba. En caso contrario te lo diría. Es lo que queríamos, algo que estimulase el sabor, la vista y el tacto, y estoy convencido de que lo hemos conseguido.
Aprovechando que estaba contestando a Gustavo. Alba se puso encima de mí, cogió mi polla con una mano y la fue guiándola hacia la entrada de su coño, donde primero mí capullo y después el resto fue despareciendo lentamente ...