Tatiana y yo
Fecha: 30/06/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Yanira34, Fuente: CuentoRelatos
... santa…
-Tía, tengo un notición.
-¿El qué?
-Mis padres se van de vacaciones de semana santa a las Canarias y dicen que te puedes venir con nosotros. A ver vamos a un hotel pero podemos ir nosotras a nuestra bola. Vamos a salir todos los días de fiesta, y vamos a ver a un montón de tíos buenos.
-¿En serio? Dioss que ganas!!
Me emocionó mucho la noticia, siempre había tenido ganas de ir allí y más con mi mejor amiga, aunque mis sentimientos por ella no habían cambiado y me iba a resultar estar con ella durante toda una semana en la misma habitación, en la misma cama.
Las vacaciones estaban siendo inolvidables, playa, fiesta, algo de turismo, mi mejor amiga… No sé qué más podía pedir.
La última noche salimos de fiesta, y sinceramente, me pegué la fiesta más gorda de mi vida. Las dos nos pillamos una buena borrachera y llegamos al hotel entre risas y tambaleándonos. Al llegar a la habitación nos sentamos en la cama. Ella iba muy guapa con una falda corta de tubo y esos tacones que tanto le gustaban.
-Creo que la habitación me da vueltas- Dije.
- Jajajaja, doy fe - me respondió ella- me lo he pasado de puta madre en estas vacaciones, y ¿sabes qué? Este año ha sido maravilloso gracias a ti, Paula.
Me ruboricé y mi corazón empezó a latir más rápido.
-Me alegro de haberme cambiado de instituto, mis anteriores amigas eran unas falsas pero tú eres distinta. Eres la mejor amiga que he tenido nunca y que nunca tendré- continuó diciendo.
-Tú también has ...
... significado mucho para mí, nunca antes había sabido lo que era una amiga de verdad hasta que te conocí, eres mi mejor amiga y siempre lo serás. Contigo la vida es mucho mejor.
Tras decir esas palabras nos quedamos un instante en silencio, mirándonos a los ojos. Todo lo que sentía hacia ella afloró de golpe y quería besarla con todas mis fuerzas. Pero entonces, ella empezó a acercarse cada vez más. Se acercó hasta el punto en el que nuestras respiraciones se confundían y me besó. Me dio un tierno pero excitante beso en los labios. Mi corazón iba a mil por hora.
De repente se alejó y me dijo:
-Lo siento, es que me apetecía darte un beso. No debí hacerlo.
Sin decir nada, me volví a acercar y le devolví el beso. Nos besamos apasionadamente a la vez que yo ponía las manos sobre su cintura y ella me rodeaba el cuello. Noté como su respiración también estaba acelerada y me pegué más a ella. Nuestras bocas se abrían cada vez más y ella me metió la lengua. Su lengua se enredó en la mía y empezaba a moverse dentro de mi boca. Nunca me habían besado así y aquello me excitaba.
Después de unos minutos besándonos, las cosas se pusieron más excitantes. Paró de besarme y me susurró al oído.
-Paula, estoy muy cachonda.
Acto seguido se quitó la camiseta y yo hice lo mismo con la mía. Empezó a darme besos en el cuello y aquello me estaba poniendo a cien. Mientras que seguía en el acto, comencé a tocarle los pechos, aquellos pechos que tanto había anhelado. Se los agarré con ...