1. Buenos Aires (1/2)


    Fecha: 25/10/2019, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Contrapicado, Fuente: drugsounds.ru

    ... momentos con su Leica antigua.
    - Uf, si tuviera una de esas...
    - Si tuvieras una de esas, me caso contigo, porque significa que tenés harta plata. - dijo con una risa cálida y haciendo muecas de broma.
    - Pues parece que voy a tener que robarme una, porque me agrada la propuesta. - agregué, tanteando terreno.
    
    Llegaron más clientes y Vale tuvo que atenderlos, pero me quedé un rato clavándole los ojos en todos lados, sin ninguna otra intención que la de admirarla. Varias veces se dió cuenta de que mi mirada la seguía, pero yo la llevaba de vuelta al sobre con las fotos de su papá, para disimular en vano.
    
    Ya pasados unos cuantos cruces de miradas, decidí despedirme, darle las gracias y partir a algún otro lado. Me iba a dar vuelta en el umbral para mirarla por última vez, cuando escuché:
    
    - Mañana vienes a revelar otro, ¿no?
    - Puede ser. - mentí, estando seguro de que vendría, asumiendo que ella preguntaba sólo por preguntar.
    - Ví que te gusta el café.
    - Pues no solo me gusta. Donde esté pruebo uno sí o sí.
    - Pues pasá al que está a dos cuadras al norte de donde nos vimos. Ese es mejor. Se llama Alma. A mi me gustan sus desayunos. Hacen unas medias lunas que son maravillosas. 
    
    Me quedé petrificado por un mínimo instante. Se acordaba perfectamente de que me clavó la mirada mientras yo estaba en el café. Ese "nos vimos" me arrancó de mis pensamientos y me despedí con una ondulación de mano, para seguir caminando sin rumbo por las calles pobladas y furiosas.
    
    Ya ...
    ... tenía suficientes emociones por el día, pero cuando traté de dormir esa noche, no pude sacarme de la cabeza el vestido verde de Vale moviendo con soltura tal y como lo hacía su bella portadora. En fin, no dormí ni dos horas.
    
    Al otro día me levanté apenas pude, me vestí, tomé mi cámara y salí a caminar. Era mi último día en ese hostal pero recogería mis cosas más tarde. Avancé hasta el café anterior, en donde Vale y yo nos miramos, hasta que recordé lo que me dijo. "Me gustan los desayunos". Decidí probar suerte y seguí caminando hacia el café que me mencionó. Vi la hora. Aún faltaba una hora para que abrieran el laboratorio, así que supuse que estaría tomando desayuno ahí.
    
    Llegué al café y estaba abierto, pero no había casi nadie. Me senté a una mesa de la terraza y pedí un sándwich y un café. De vez en cuando me tomaba paseos para sacar fotos del local y sus alrededores. Estuve ahí cerca de 40 minutos y ya estaba perdiendo la esperanza hasta que vi a Vale aparecer a la distancia. Venía con un vestido negro ajustado que hacia resaltar sus curvas de una manera que bordeaba lo sensual. Me hice el loco y esperé a que se acercara al local. Cuando llegó a la terraza, entró directo hacia el mesón y pidió medias lunas y un café para llevar. Caí en cuenta de mi espera en vano y decidí pedir la cuenta. Unos minutos después, Vale iba saliendo del local con su pedido y me vió levantándome de la mesa.
    
    -¡Gonzalo!
    - Vale, un placer verte por acá. Tomé la recomendación y creo que ...
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