Nuestro primer encuentro - Relatos Eróticos

Nuestro primer encuentro

... cara, y así, cerrado a juro uno de sus ojos; Todo aquel líquido transparente y blanquecido, caliente como salido del horno, aún más que nuestros cuerpos, se escurrió e inundó su boca, y ella, aun así, succionaba aquel preciado néctar que se había esforzado tanto en conseguir, sin desperdiciar una sola gota, y con presión de sus labios, sacó mi miembro, agotado y ya habiendo olvidado su gloriosa rectitud, de su boca, sin una gota de aquel líquido, todo había quedado en su boca. Con un movimiento de sus manos, se limpió el semen que había escurrido sobre su cara, dejando a su ojo libre para ver de nuevo, y volteando a verme, sentada sobre mi pecho, puso aquella cara pícara y perversa que me dio al pedirle que la desatara, pero tal vez, con un toque de satisfacción, tragando todo el semen que tenía en su boca mientras me veía, como diciendo con su mirada “Te gané”, y jactándose de ello, limpiándose luego los labios  llevándose con su dedo lo poco que sobraba en su cara, como si de sirope del más dulce chocolate se tratara. Con el semen desaparecido, acercó su rostro al mío, que seguía humedecido por sus líquidos, y nos dimos un último beso, creo que hasta allí llegó su fuerza, pues luego de que nos diéramos un beso final, no uno de lengua o francés, un simple beso en los labios, cayó desfallecida sobre mi pecho, agotada de aquella odisea, y pocos instantes luego, abrazándola, yo también caí en las manos de Morfeo, en un sueño más que merecido.

 Así la conocí, o más bien, así fue nuestra primera vez, una de muchas, una cosa de las que estás seguro que de no haber pasado, te habrías perdido de una de las grandes experiencias de la vida.