Descubre que es un objeto de placer para los otros
Fecha: 27/04/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: atilale1, Fuente: RelatosEróticos
Silvia salió desnuda. Su marido la llevaba atada como una perra, con un collar y una cadena. Al ver los 15 hombres que esperaban fuera de la casa, se paró. Un tirón de la cadena la hizo avanzar.
- Recuerda porque estas en esta situación, le soltó su marido.
Ella no dijo nada, salió. Recordó porque había llegado a esto. Fue una apuesta que le salió mal y después, una serie de eventos que la hizo ser follada por otros hombres delante de su marido. Hasta ahí nada del otro mundo, si no fuese porque, follada por otro, se corría mucho más cuando su marido le decía que solo era un trozo de carne, un agujero para pollas, un objeto que permitía a los hombres tener placer…
Eso la volvía loca, se corría como nunca cuando lo oía.
Volvió al presente: los 15 la miraban. Su marido la hizo girar. Después la sentó en una tumbona. Le pidió a dos de ellos que se acercarán y que le cogieran las piernas para mantenerlas bien abiertas, exponiendo su coño a la vista de todos.
Le abrieron las piernas tanto como pudieron, doblándolas para que su culo girase un poco dejando al descubierto no solo su coño, sino también su ano. Su marido se inclinó sobre ella y le abrió un poco más las nalgas.
- Mirad ese culo, también es vuestro si queréis.
Después, le cogió los labios y abrió su coño lo más que pudo. Se vio la entrada de su vagina y como empezaban a salir unas gotitas.
- Veis, esa perra ya está mojada, es toda vuestra, haced con ella lo que queráis, solo sirve para darnos ...
... placer.
Uno de los hombres se acercó. Se arrodillo ante ella y mirando ese agujero abierto de par en par, escupió en el.
- Así cuando te la meta, entrará bien.
Sintió asco por lo que ese hombre acababa de hacerle. Él se levantó, se bajó los pantalones, Ya tenía la polla dura. SE tumbó sobre ella y le clavo su daga de un golpe brutal.
- Ves, te lo había dicho, puta, ha entrado sola.
Empezó a follarla con brutalidad, gruñendo como un cosaco en plena batalla. Le soltaron las piernas y uno de los que se las mantenía le cogió la cabeza y se la giro para que pudiera chuparle la polla que ya tenía en la mano. El sabor que tenía no era muy agradable, no había visto una ducha en una temporada, pero el hombre no le dejó elección, le cogió la cabeza con las manos y empezó a follar su boca como si se tratase de un coño.
El primer hombre se corrió brutalmente. Ella no había sentido placer ninguno. Al salir, ella notó como la leche de ese desconocido se escurría fuera de su vagina.
Otro lo sustituyo rápidamente. Le abrió las piernas y, sin mediar palabra, se clavó en ella.
Empezaba a dolerle el cuello de los movimientos que le imponía su verdugo. Ese esta a punto de estallar, los movimientos se hicieron más rápidos, más profundos. Tuvo arcadas, pero él no se paró. Cuando estalló, le clavó la polla tan lejos que ella se la tuvo que tragar. Notaba como tenía parte de la polla en su garganta. Se atragantaba mientras él se corría directamente en su esófago, dando empujones ...