1. NUESTRO VIAJE MÁS PLACENTERO


    Fecha: 05/03/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... lengua intentando acallar los gemidos que realmente deseaba expresar libremente, lo cierto es que el morbo de la situación la excitaba sobremanera. Por un lado, de vez en cuando abría sus ojos para asegurarse de que nadie estuviese mirando, pero por otro, cuando los cerraba, notaba cómo en su interior se iba generando una ola de placer de considerables dimensiones, sentía cómo se iba haciendo más y más grande, cómo estaba a punto de estallar… Deseaba poder gritar, pero no podía, le hubiese gustado situarse sobre mí y cabalgarme con su movimiento de caderas, pero resultaba demasiado arriesgado. Noté que ella iba a estallar en la forma en que apretaba sus labios con los míos, en la extraordinaria viscosidad de su saliva, en su agitadísima respiración…; el estallido de placer hizo que soltara un gemido que estuvo a punto de ser oído por el resto de viajeros.
    
    Pero la cosa no quedó ahí: tras una breve pausa, ella desabrochó los botones de mi pantalón e introdujo su mano por mi boxer. Mi excitación resultaba evidente, y ella comenzó a masturbarme suavemente, dejando que la piel de mi sexo se deslizase arriba y abajo…; la verdad es que para entonces yo ya estaba muy caliente, puesto que disfruto muchísimo acariciándola y provocando que estalle de placer una y otra vez… Le susurré al oído que estábamos locos por estar haciendo eso, pero que me encantaba esa situación, puesto que nunca había hecho una locura así. En ese momento ocurrió algo que realmente no me esperaba: ella se ...
    ... inclinó sobre mí e introdujo mi sexo en su boca, comenzando a acariciarme con su calidez y su suavidad; me estremecí de placer, la sensación que tuve cuando noté sus caricias orales fue indescriptible. Sin embargo, preocupado porque alguien pudiese mirar, intenté separarla, pero ella se aferró todavía más a mi sexo, demostrándome que aquello ya no iba a tener retorno, que estaba dispuesta a llegar hasta el final. Cada vez me acariciaba más profundamente, y entonces era yo el que debía acallar mis suaves gemidos, veía cómo su cabeza se movía arriba y abajo, y cada uno de esos movimientos servía para ir intensificando mi placer. Ella era perfectamente consciente de que, si seguía así, yo no iba a poder aguantar más, pero eso no parecía importarle, realmente estaba deseosa de hacerme estallar, de ver si era capaz de aguantar mis gemidos… Ya no podía más, noté como mi estallido de placer se hacía cada vez más inminente, iba recorriendo mi cuerpo y deslizándose hacia mi sexo para provocar una tremenda explosión… Ya era tarde para el retorno, no había marcha atrás, mi estallido de placer provocó que ella recibiese en su boca una tremenda descarga, me estaba corriendo en su boca, y ella estaba recibiendo gustosamente mi descarga, degustándola e ingiriéndola sin reparos. Mi cuerpo había descargado toda su tensión, y ella no permitió que quedase ni una sola gota. Después se acercó a mi boca y me dio un profundo beso, lo que me permitió saborear mi propio elixir, disfrutar de la dulzura ...