El pellizco de mi cuñada
Fecha: 12/02/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Romeo Diablos, Fuente: CuentoRelatos
... veía toda la vagina rosada y untada.
Me estoy masajeando el clítoris cariño, para ti y mirando como tu cuñado, se bombea el pene con la mano, que por cierto tiene la polla más grande que la tuya.
Así estuvimos un rato mientras ella jugaba, con la fantasía de su marido. Se levantó y se dio la vuelta, colocando una almohada en el pecho y arrodillándose para poner el culo en pompa hacia mí, con el teléfono en la oreja seguía hablando a su marido.
—Ahora le estoy enseñando mi culo abierto. Para que se corra mirándolo... Tranquilo cariño no dejaré que me folle, solo si tú me lo pides, así mastúrbate para mí cariño.
El grado de excitación había subido al máximo nivel y Yolanda movía su clítoris con frenesí, estaba a punto de correrse.
—¿Cariño, me dejas que solo me toque con la punta mi clítoris?… solo con la punta, restregar su polla contra mi clítoris… te lo prometo, sin clavarlo dentro… vale, gracias amor.
M hizo la seña con la cara y me acerqué a aquel culo levantado en pompa y apliqué la punta del glande sobre el agujero abierto de su culo, con los dedos ella recogió flujo vaginal y lo untó en el agujero, empecé a restregar suavemente la punta por el agujero, subiendo y bajando la punta por la raja hasta la vagina abierta, sin clavarlo, solo masajeando el glande con la suavidad de la entrada de aquella vagina aterciopelada. Yolanda se dio la vuelta y abriendo las piernas mostró la raja abierta y con los dedos sacó el clítoris, acerqué el pene y lo ...
... restregué contra él, subiendo y bajando el pene con la mano, masajeando, le cambió la cara.
—Me voy a correr cariño, así, sigue con la polla, ¡restriégame tu polla en mi chocho!... ¡me corro, me corro!
Se convulsionó y gritó sin reprimirse mientras se corría.
—¡Vamos, córrete conmigo cariño, tira toda tu leche!
Se lo decía a él y a mí a la vez, lo que estaba claro es que su marido se estaba corriendo en el despacho donde trabajaba, seguramente con un pañuelo en la polla para no ponerlo todo perdido, mientras su mujer se volvió a dar la vuelta y tiró el teléfono encima de la cama sin cortar. Se puso a cuatro patas abriéndose el culo con las manos y agachado el cuerpo para abrirse mejor, dijo.
—¡Aquí, córrete aquí, úntame el agujero del culo con tu leche!
Acerqué mi glande al culo y lo restregué otra vez por la raja hasta detenerme en el ano, empecé a moverlo en vaivén hasta que me vino el manantial de leche, entonces apreté el glande contra el agujero de su precioso culo y solté un chorro de leche que la mayoría entró dentro del rectó y parte rezumó por fuera goteando, siguieron tres o cuatro chorros más de esperma que untó todo su culo, resbalando por la raja hasta su chocho abierto que recogió casi todo el esperma que goteó posteriormente sobre la cama.
Recuperamos la respiración y ella recogió el teléfono de la cama y dijo
—¿Te ha gustado, cariño? ¿… Para comer? espaguetis carbonara… ¡no tardes cariño!
Pasaron unos meses sin vernos, parecía que ella no ...