1. La historia de Claudia (19)


    Fecha: 26/10/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... usted diga. –aceptó Laura excitada por el recuerdo de Paola y ansiosa por entrar en acción.
    
    -Bueno, Amalia, ahora llevátelas a la cocina para que coman algo, después las acostás y podés retirarte. –instruyó Inés y se fue a su habitación dejando a ambas esclavas en manos de la mujerona.
    
    Esa misma noche publicó en dos páginas de Internet un aviso ofreciendo exclusivamente a mujeres los servicios arancelados de sus perras, y lo mismo hizo al día siguiente en la sección clasificados de un diario de gran circulación.
    
    Cuando a las 10 de la mañana llegó la mucama que había contratado en una agencia de colocaciones para que se ocupara día por medio del aseo del departamento, ya Amalia tenía recluidas a Claudia y a Laura en la habitación sado, que causó en ambas una fuerte impresión.
    
    Durante las tres horas que estuvieron allí se lo pasaron observando cada objeto en medio de sensaciones contradictorias de miedo y excitación. Más de una vez estuvieron a punto de usar alguno de los dildos y vibradores, pero el miedo de ser descubiertas contuvo esos impulsos, aunque por supuesto no evitó que cuando la regente las devolvió a sus cuartos ambas tuvieran la concha empapada.
    
    Claudia pasó las horas de la siesta en la cama con Inés y a las siete y media de la tarde Laura partió hacia la facultad.
    
    Cuando se dirigía al aula Paola salió a su encuentro con una expresión de ansiedad en la cara y la besó muy cerca de los labios:
    
    -Te extrañé, Laura... –le dijo respirando ...
    ... agitadamente. –Te extrañé mucho, me moría por verte...
    
    -Después de la clase te espero en el bar de la esquina. –contestó la esclavita con estudiada frialdad aunque el corazón le latía aceleradamente, y siguió su camino.
    
    Muy poca atención prestaron ambas a lo que el docente decía durante la clase. Paola no dejaba de mirar a la cachorra y ésta, que continuaba en plan cacería, la ignoraba fingiendo concentrarse en las explicaciones del profesor aunque en realidad meditaba sobre cómo iba a comportarse y lo que le diría a su presa cuando se encontraran en el bar.
    
    Finalmente se hizo la hora y Laura abandonó presurosamente el aula. Quería que Paola fuera tras ella urgida por el deseo, indefensa y lista para ser atrapada.
    
    Una vez en el bar se ubicó en una mesa del fondo y espero la llegada de la chica, que entró muy poco después. Pidieron café y Paola fue la primera en hablar:
    
    -Ay, Laura, estos días se me hicieron interminables... Por favor, contestame lo que quedó pendiente...
    
    La cachorra la miró entornando un poco los ojos, sonrió con algo de crueldad y dijo:
    
    -Mirá que sos impaciente, ¿eh?... ¿Sabés lo que recuerdo ahora, viéndote así, tan ansiosa?... Recuerdo cómo sufría yo cuando una y otra vez te insinuaba la atracción que sentía por vos y vos siempre me rechazabas y hasta te permitías alguna ironía... ¿Te acordás de eso, Paola?
    
    La chica parecía a punto de ponerse a llorar. Tomó entre sus manos una mano de Laura, que ésta retiró de inmediato, y herida hondamente ...
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