Ética, religión y Mónica -2
Fecha: 01/02/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... sopa.
Ambos se le quedaron viendo a Mónica y luego a mí. Yo pensé que, si se trataba de lo que yo creía, ésta podía ser la oportunidad para iniciar la lección número tres con Mónica. Ésta sería una experiencia interesante.
- Pueden contarlo todo, no hay problema con Moni.
Ahora fueron ellos lo que abrieron desmesuradamente los ojos. Héctor con franca voz de asombro dijo:
- ¿Ella? Pero si ella… - no terminó la frase simplemente se persignó tres veces frente a ella. Carlos no dijo nada solo se me quedó viendo con cara de asombro. Señalando a Mónica con la palma de mi mano dije:
- Mónica es una persona nueva. Creo que ha aprendido algunas valiosas… lecciones y ahora ve la vida de una manera más… liberada. Digámoslo así.
Mónica se puso un poco roja, pero los seguía viendo a ambos con una sonrisa franca. Se presentó un breve silencio mientras procesaban la idea y finalmente, Mónica dijo:
- Bueno ¿Me van a contar o no?
Héctor vio brevemente a Carlos y volvió la vista hacia Mónica.
- Bueno, lo que pasó es que la maestra de dibujo y yo… ya sabes… pues… nos metimos a la cama juntos.
- ¡Nooooo! ¿Te cogiste a la Hipp…
-SHHHHHHH.
Mónica se tapó la boca con las dos manos cuando Carlos y yo la callamos casi al unísono. No creo que los demás alumnos hayan oído a Mónica decir nada, pero nuestro shhh hizo que todos voltearan a vernos.
- Sí, déjame te cuento, ayer…
Héctor dejó de hablar al recibir un zape de Carlos.
- Oyeee...
- Cállate. Yo ...
... cuento la historia.
- Pero ¿por qué tú? si yo fui el que…
- Porque tú tienes déficit de atención y eres un tarado, seguramente la vas a contar mal.
- No soy un tarado, simplemente soy… excéntrico.
- Como sea. Ya estaba yo en la salida esperando a que llegaran ustedes dos, cuando este zonzo llega corriendo y me pregunta todo apurado que si traigo dinero. Yo le pregunto que para qué y él me dice que para una cosita. Le pregunto que cuánto y el muy tarado me dice: “todo”. Estoy a punto de molerlo a palos y entonces me dice: “Se me hizo con la Hippie y a lo mejor tengo que pagar el hotel”. Yo pensé que era otra de sus puntadas, pero vi su cara de angustia y le dije: “¿De veras?” Y él todo apurado me dijo que sí. Le di el dinero que traía y se va corriendo sin decir nada. No se aleja ni diez metros y se da media vuelta y corre de nuevo hacia mí. “¿Traes carro?” Yo le contesto: “¿Ya no te acuerdas cómo llegaste a la escuela hoy baboso? Yo te traje”. “Ah, cierto bueno, entonces vente al estacionamiento y nos sigues”. “¿Y para qué carajos quieres que los siga?” le pregunto yo, y entonces me dice: “Para que veas que es cierto”.
Mónica y yo nos reímos a carcajadas y Héctor comento, con tono teatral:
- No permitiré que se ponga en juego mi integridad ni que me llamen mentiroso. Por cierto, perdón por dejarte plantado. Supongo que nos estuviste esperando tres horas para que al final ni apareciéramos.
- No te apures. Esta ocasión lo ameritaba. Además, aproveché el tiempo ...