Desafío de galaxias (Capítulo 2)
Fecha: 08/01/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... podrás trabajar con tranquilidad, general, —como le paso a Anahis, la afabilidad de la priora la cautivo desde el primer momento.
—Por favor reverenda madre, no me llame general. Ni yo me lo creo todavía, y no sé siquiera si lo merezco, —la humildad de Marisol hizo sonreír a la religiosa—. Llámeme Marisol.
—¿Qué sabes de cuestiones militares, estrategia y cosas de esas, querida niña?
—Me interesa mucho el tema y he estudiado esas cuestiones. Soy miembro del club de historia militar de Nueva España, que está en mi pueblo, y en él, hemos analizado las tácticas de Matilda y la Princesa en la última guerra, —y con ojos tristes añadió—. De ahí a ser una entendida, hay mucho trecho.
—Ya sabes más que la mayoría de los habitantes de la galaxia, Marisol, —la cogió de la mano y añadió—. Acompáñame querida.
Salieron de su habitación y se encaminaron a la zona de entrenamiento. Al entrar, Marisol vio lo mismo que vio Anahis, varias decenas de sacerdotisas desnudas entrenaban en furioso combate. Incluso algunas presentaban pequeñas heridas que manchaban sus cuerpos de sangre y sudor.
—¡Joder! —no pudo reprimir la expresión—. Con mis amigos del club entrenamos con espadas, pero son de madera… y sin tanto ímpetu.
La priora hizo una indicación, y una de las parejas se acercó a ellas rápidamente con las armas de la mano. Llegaron e inclinando la cabeza hicieron una reverencia a la priora y su acompañante. Con otra indicación, una de ellas se despojó de sus armas y se ...
... las ofrecio a Marisol que intento reusar.
—Es un deshonor y un insulto, rechazar las armas que te ceden en muestra de amistad.
—Lo siento mucho, no quería ofenderla, —Marisol inclinó la cabeza ante la sacerdotisa y acepto las armas—. Pero yo no tengo…
La otra sacerdotisa atacó con un golpe flojo de espada, y Marisol reaccionó bloqueando a duras penas el golpe con el escudo. La atacante sonrío y le dio tres golpes seguidos que igualmente paro. La sacerdotisa miró a la priora que con una inclinación de cabeza la autorizo a hablar.
—Eso con punta que tienes en la mano derecha sirve para atacar, —dijo con cierta sorna, y adoptó nuevamente posición de combate.
Marisol comenzó a moverse de lateral, decidió atacar. Su oponente esquivó el golpe y con la espada plana la golpeo en el trasero. Marisol volvió a ponerse en guardia y su postura fue corregida por la otra sacerdotisa con las manos. Intentó otro golpe con el mismo resultado y frunció el ceño: no la estaba gustando nada que la golpeara el trasero. Atacó otra vez, y nuevamente recibió otro golpe. Notó como la sangre le congestionaba la cara y lanzó un ataque furibundo alcanzando tres veces seguida a la sacerdotisa en el escudo, pero está, tirándose al suelo la hizo un barrido y cuando quiso reaccionar estaba en el suelo, bocarriba y con la punta de una espada en el cuello. La sacerdotisa mantuvo la posición unos segundos, y a continuación, cogiendo su espada con la izquierda, la tendió la mano para ayudarla a ...