Berenice causa de mi locura
Fecha: 21/12/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... consciente de que no puede ser. Más si permaneces más tiempo aquí conmigo, me temo que no podre controlarme.
Traté de ser lo más sincero y conciso que pude. No se si convincente. El caso es que Bere me dio una contestación que no esperaba, más bien fue una sorpresiva pregunta.
—¿me amas?
—por supuesto, eso no tienes por qué dudarlo.
—¿Cómo… mujer?
La pregunta fue directa y mirándome a los ojos.
—¿Por qué insistes en ponerme en predicamento?
—sencillo solo dices sí o no. Como un adulto.
—que me condene el demonio… si te amo y te deseo como mujer.
—no sabes lo feliz que me haces, a mi también me pasó. Desde que te conocí me gustaste como hombre. Eres lindo, con razón mi madre se enamoró de ti.
—¿entonces no te molesta?
—como podría molestarme que ames como yo a ti. Quiero ser tuya en verdad lo deseo.
Así fue como llego el instante más hermoso de mi vida. Instante en el que tiempo se detuvo. O que al menos yo intente detener y si no fuera por esa razón mi vida ya no tendría sentido. Se agolpó en mi mente el deseo contenido de abrazarla, besarla y estrechar su delicioso cuerpo que me embrujo desde el primer instante en que la vi, nunca vi en ella a la hija recuperada, vi el amor con toda su expectativa. Y en este momento al tener su adorable cuerpo tan en mis manos, quería disfrutar de ella, con toda la emoción y pasión que mi corazón desbordaba. Tomar posesión ...
... del albergue que la naturaleza le había otorgado para dar y recibir placer. Ella fue la culpable de que mi cuerpo respondiera de nuevo con deseo y vigor. Vigor que mi impulsó a desnudarla, contemplarla y comer de su intimidad. Esto me hiso sentir feliz, cuando al separar los labios gruesos de su vagina y descubrir la humedad intensa, que daba un matiz rosáceo y brillante a su membrana interna. La suavidad de está al contactarla con mi lengua y el excitante placer que me produjo sus gemidos y sacudidas de sus caderas. El intenso placer que sentía al embestirla con toda mi fuerza, hasta sepultar totalmente mi virilidad en sus entrañas. La satisfacción enorme que provocó mi orgasmo, cuando sus gritos y muecas desesperadas precipitaron el mío.
Fueron tres meses inolvidables, un día Berenice se fue de mi lado. Dejando una dolorosa carta que decía.“No sé cómo llamarte. Te diré… Cariño, sé que esto va a resultar doloroso para ti, pero quiero que sepas que para mi también. Tu dolor es mi dolor, pero sabes bien que no puedo permanecer a tu lado. Estoy embarazada, espero un hijo tuyo y es lo que me da valor y fuerza para continuar. Siempre estaré contacto contigo. El, porque será varón, sabrá la verdad de su origen. No se si llegará a conocerte, será decisión de él. Pero te aseguro que sabrá la clase de ser maravilloso que fue su padre abuelo. Te amo y jamás te olvidare. Siempre tuya.
Berenice”.