OVEJA EN PLENO CELO ME DIO SU VIRGINIDAD - Relatos Eróticos

OVEJA EN PLENO CELO ME DIO SU VIRGINIDAD

... no lastimarla, pero cuando intenté meter todo el pene ella apretaba mucho, de un momento a otro ella abrió más las piernas e hizo un empujón hacia atrás al cual también le respondí empujando y logrando superar su estreches y penetrar toda mi verga. Pegaba unos pujones muy duros y sentía como respiraba rapidísimo, A partir de ese momento sentía unos apretones muy fuertes y percibía como le temblaban las ancas a esa ricura que luego de unos instantes trató de caminar sin embargo no pudo y se fue calmando, al rato aflojo mi verga por lo que sacaba hasta la mitad metiéndola de nuevo, que delicia de vagina bien suave, apretada, caliente, luego de bombear por un buen rato ya cansado me quedé con la verga dentro de ella, una vez retome el aliento empecé a bombear más rápido, mientras la oveja estaba inmóvil, seguí acelerando el bombeo cada vez más y más fuerte y más rápido metiendo mi verga entera dentro de ella, cuando haaaaa y haaaaa no me aguanté màs tiempo pues sentía esos impulsos eyaculatorios por lo que me aferrè con todas mis fuerzas clavándola con toda mi intensidad hasta salir toda la leche dentro de ella, podía sentir correr el semen dentro de mi palo, podía sentir como lo expulsaba con tanta intensidad, la oveja continuaba quietecita pegándome unos apretones muy duros por las contracciones que le provocaba la expansión de mi glande en su interior. Ya pasada la copula con ella mi pene se tornó flácido y por si solo fue abandonando esa vagina, tan pronto se liberó mi ...

... morbo me hizo agachar, percibir unos deliciosos olores y ver su vulva la cual estaba al doble de su tamaño y toda abierta, al instante inicio a botar abundante baba clarita, luego mi leche manchada con sangre, apreciaba como tenía contracciones repetitivas en la medida que recuperaba su vigor e iba cerrando paulatinamente su hueco, luego abrió bien sus patas e inició a orinar dejando cundido su olor en el ambiente. Luego con el dedo le masajeaba su vulva recuperando la libido y una nueva erección, me acerqué a sus ancas y seguí frotando el coño, yo metí nuevamente la cabeza de mi verga y me quedé así disfrutando de sus contracciones, metí un poco más y más hasta clavarla totalmente, sentía contraer la vulva mucho más suelta que la primera vez, pero su cosita estaba caliente, muy suave y apretadita, así que le metí una culiada más arrecha que la primera hasta lograr dejar mi leche por segunda vez, a las nueve de la noche la llevé para el corral y me metí a la casa, pasé a ducharme para desaparecer el olor a oveja con el cual estaba impregnado, a la luz del bombillo apreciaba mi verga enrojecida, cuando me hice el prepucio hacia atrás estaba todo baboso y con algo de sangre. Tengo todo el domingo y lunes festivo para disfrutar de la zoofilia, no descarto tener dos hembras mismo día, pues tengo becerras, gallinas ovejas y cerdas para disfrutar. Si te gusta la zoofilia debería dejar tu comentario así sea negativo, las ovejas siempre serán una de mis viejas compañeras de faena, aunque ...