Follado por el indigente y exhibicionista
Fecha: 06/10/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... más, y las culeadas que me daba, hacía que su polla me llegara más a fondo. Ahora además, delante de mi cara, tenía la polla colgando del otro indigente, la cogí con la mano, y la metí en la boca, dando este un suspiro; ooooooh, joder que le gusta la polla, si que eres bien maricón.
Ahora tenía en mi boca la polla morcillona del último en follarme, mientras el otro le daba la segunda follada a mi culito caliente.
Estaba sudando, y gimiendo sin parar, mientras el que me estaba dando por el culo, no paraba de decir, ay que gusto, ay que gusto, mientras me enterraba su verga en el fondo de mi culo.
Notaba sus huevos chocar con mi culo, cada vez que me enterraba su polla, y con el movimiento de su pelvis, su barriga me estaba masajeando la polla y huevos, por donde empezaba a subirme un gustito, el cual no era otra cosa que la eminente eyaculación de mi polla; oooooh, empecé a gemir, oooooh, me corro, me corro. Y mientras mi esfínter se contraía, al estar eyaculando mi polla. Cosa que notó el que me estaba dando por el culo, y decía, joder, como me aprietas mi polla, putito, joder que gusto; aaaah, sigue, sigue, aaaaah, me estoy corriendo de nuevo, aaaah, como me exprimes la polla, oooooh, que gusto. Y dando una culeada a fondo, se paró, dejándome
La polla bien clavada en mi culo.
Mientras el otro indigente que me sujetaba las piernas, y me tenía la polla en la boca, al empezar yo a suspirar y gemir, sacó la polla de mi boca, y colocando sus huevos sobre mi ...
... frente, empezó a menear su polla, hasta que se corrió en mi boca y cara. Gemía el muy cabrón, aaaaaaah, que maricón eres, aaaaah, mira que eres bien caliente, mientras volvía a meter su polla en mi boca, y dejar que terminara de salir todo su semen.
Con una mano, le agarré la polla, sujetándola, para que no saliera de mi boca, tragando toda su leche, y dejándosela limpita y reluciente.
Tumbados así, estuvimos unos 45 minutos, mientras no paraban de acariciarme por todo el cuerpo, y con 2 dedos, hurgar en mi culo, diciendo, lo putita que era, que estaba bien cachondo, y que calentito era mi culito. La verdad es que se cansaron de magrearme y meterme mano por todas partes.
Cuando me levanté de aquellos cartones y manta que ahora nos cubrían, encendí un cigarrillo, ofreciéndoles otro a ambos, el cual aceptaron, y fumamos así como estábamos, totalmente en pelotas. Mientras me pedían que me quedara con ellos hasta que amaneciera, por lo menos, que en cuanto se recuperaran, me volverían dar por el culo, y si quería podía ser su putita, que iba tener mi culito bien atendido.
Fumamos otro par de cigarrillos más, mientras tumbados en la manta, no paraban de manosearme, tanto me manosearon, que ya volvía a estar caliente, con la polla tiesa de nuevo, al igual que el indigente más joven, que ya tenía otra erección, mientras el otro, solo tenía la polla morcillona.
Se levantó el indigente más joven, y agarrándome del brazo, me pidió que fuera con él, que me quería follar otra ...