... habían aumentado de tamaño considerablemente, su vientre estaba más plano a causa del ejercicio que hacía y podía apreciar su duro culo marcado por el tanga. Me moví por un empujón de Iván que corría a toda prisa a tirarse al rio y me senté. No podía sacar de mi mente la imagen de mi prima e intentaba no mirarla de reojo, pero no lo conseguía.
Toda la tarde estuve pendiente de ella. Las situaciones en las que me encontraba tampoco favorecían. La veía ponerse crema por el cuerpo, salir del agua como una diosa o verla correr por la orilla con lucia y ver como sus pechos rebotaban. Una enorme erección hizo que no me pudiese levantar en mucho tiempo.
Cuando el sol se iba poniendo recogimos las cosas y nos cambiamos de nuevo. Por culpa de mi polla erecta me tuve que cambiar alejado del grupo. Estábamos ya de camino cuando Pilar gritó:
- Mierda me he dejado el monedero en el rio y tengo dentro las llaves.
- Quieres que demos la vuelta -dijo Alberto.
- No, ya es tarde y os regañarán si no volvéis a tiempo. Pablo me puede ayudar a buscarlo y luego regresamos juntos -se gira y me mira- ¿te importa?
La verdad es que quería llegar lo más pronto a casa, meterme en la ducha y hacerme una enorme paja pensando en ella, aunque luego me arrepintiese, pero no podía dejarla sola si quería vivir a mi madre y mi tía:
- Está bien te ayudare a buscarlo.
- Bien. Nos vemos mañana.
Mientras los demás se alejaban nosotros volvimos al rio y empezamos a buscar, al cabo de ...
... unos minutos lo vi en el suelo junto a un árbol donde se habían cambiado las chicas y la llamé. Ambos nos dirigimos a recogerlo y, cuando nos agachamos nuestras manos se juntaron. Si fuese la típica película romántica, nuestras miradas se cruzarían, nos besaríamos y nos quedaríamos abrazados. Menee la cabeza para quitarme esa imagen cuando mi mirada acabo fija, pero no en sus ojos. Vi por debajo de su vestido y no llevaba nada debajo. Mi mente se quedó en blanco y un calor recorrió todo mi cuerpo:
- ¿Es lo que querías ver verdad? –se pudo de pie y se subió el vestido dejándome ver perfectamente su coño.
Estaba algo mojado y ya le había salido algo de vello púbico que estaba ligeramente recortado. No podía apartar la mirada de su coño:
- Pilar, ¿Qué estás haciendo? - logré decir mientras me incorporaba.
- Perdona -se bajó el vestido- pensé que querrías…da igual. Es solo que me gustas
- ¿Cómo?
- Desde hace un tiempo se sentía atraída por ti, y sé que está mal por eso decidí alejarme un tiempo de ti, pero fue peor. No paraba de masturbarme pensando en ti, con tus fotos, era una obsesión y pensaba que esta era mi oportunidad. No te enfades.
Antes de que mi mente reaccionase mi cuerpo lo hizo y se abalanzo sobre mi prima dándole un beso. Era la segunda chica con la que me besaba, pero era distinto. Sus labios carnosos, su lengua que jugueteaba con la mía; era todo un placer. Ella me respondía cogiéndome por el cuello y acercándome más a ella. Con mi mano derecha ...