Esto no está bien, papi. Pero quiero que me penetres
Fecha: 26/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
... yo de espaldas me senté en sus piernas, como la noche de mi cumpleaños.
Luego, me levanté y me puse de frente a él, me incliné otra vez, pero ahora ofreciendo a su vista y su tacto mis bonitas tetas que parecían desbordar el escote del corsette, a donde guié las manos de mi papá, para que tocara mis senos y acariciara mis pezones sobre la tela de las copas, lo hizo de una manera tan rica que me empecé a mojar en serio. Tenía el rostro de mi padre cerca de mi, con su vista clavada en mis tetas y tomé su cabeza con ambas manos, hundiendo su cara en medio de mis senos y entonces comenzó a lamer la raya que se dibujaba entre mis tetas apretadas. Bajó sus manos hasta mi cintura y me atrajo aún más a su cuerpo; en ese momento, me monté de frente a él sobre sus piernas y acariciaba su pelo mientras su lengua se paseaba por mi busto. -Tengo muchas ganas de besarte, papi- Le dije muy bajito y dándole a mi voz el tono más sensual del que era capaz. Mi papá recorrió con su boca el camino de mis senos hacia mi boca, lamiendo mi cuello a su paso, hasta colocar su lengua en mi boca, que yo abrí lo suficiente para dejar pasar su lengua y succionarla hacia el interior de mis labios. El beso continuó entre el jugueteo de nuestras lenguas, mientras mis manos desabrochaban el pantalón de mi papá y comenzaban a buscar su miembro para liberarlo de su ropa interior. Cuando saqué su verga atrapándola con mi mano al rededor, noté que era casi idéntica en proporciones a la de mi tío Pablo, y ...
... supuse que ese día también sería masacrada mi estrecha vagina de jovencita.
-Se cuánto te gusta sentir mis nalgas en tu pene, papá ¿quieres probar qué se siente sin ropa?- Le pregunté mientras mis manos comenzaban a provocar una gran erección en su miembro.
-Sí, Candy, déjame sentirte- Me dijo y nos levantamos del sofá. Estando de pie frente a frente no pude evitar las ganas de besarlo de nuevo mientras acariciaba su polla y él me tomaba de las nalgas, así que lo hice y luego de un momento me dijo -Date vuelta, nena, quiero sentirte-
Antes de darme vuelta para ofrecerle mis nalgas, me agaché y lamí con ternura la punta de su pene provocando que alcanzara el máximo de su dureza. Dejé salir un poco de mi saliva y la esparcí con la lengua por todo el largo del miembro de mi papá. Luego, me dí media vuelta y con las piernas juntas, puse mis nalgas paraditas, que quedaban a la altura del miembro de mi papá gracias al largo tacón de mis zapatos. Mi papá me abrazó por atrás y sus manos envolvían y apretaban mis tetas; mientras yo, con mis manos abrí mis nalgas y mi papá colocó su verga en el espacio que abrí para ello, luego las solté y apreté los músculos de mis glúteos, y su verga quedó firmemente atrapada entre mis nalgas; él comenzó a frotar su ensalivado pito rosando mi ano, que estaba cubierto por el delgado hilo de la tanga que se encajaba entre mis nalgas. -Oh, Candy, Qué rico- Me dijo en un suspiro mientras bajaba una de sus manos hasta meterla debajo de la tanga ...