41.3 Principio de acuerdo
Fecha: 30/06/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... agarrados de la mano cuando reducíamos la marcha hasta llegar al hotel.
Estábamos un poco mojados por el sudor y comencé a quitarme la ropa, al estar húmedas las mallas se habían pegado al slip, salieron las dos piezas hechas un lío, tuve que sentarme para poder sacármelas por los pies, fui al baño a por una toalla pequeña para secarnos la cabeza mientras escuchaba a Gonzalo hablar y se iba desnudando.
Tenía la cara tapada pasando la toalla por ella cuando noté un repentino silencio en su charla, me giré para mirarle, tenía su vista fija en la parte baja de mi cuerpo, eché un vistazo al espejo y los colores ascendieron a mi cara.
Me había dejado puesta la camiseta de Nico que empleaba a veces en casa para estar cómodo por lo grande que me estaba, me cubría justo hasta el comienzo de mis nalgas y ahora, al estar con los brazos alzados, se me veía parte del trasero en una pose bastante insinuante y provocadora.
Tenía fijada su mirada en mi culo que no terminaba de verse y frotaba su polla que iba despertando al sentir las caricias de su mano, nuestras miradas se encontraron y corrí hacía el baño adivinando sus intenciones de pillarme, reía nervioso y excitado mientras me colocaba debajo de la ducha y abría el paso del agua dejándome puesta la camiseta.
Me abrazó por detrás jugando e intentando levantarme la tela.
-Ves cómo me pones solamente con verte un poco las nalgas. Eres tan sexy, tan…, tan… -no encontraba las palabras que me describieran y le dije en ...
... plan de broma.
-¡Tan puta! -me besó para taparme la boca.
-No, tan perfecto, tan dulce. –parecía avergonzado de mis palabras, bajé mi mano al encuentro de su virilidad, aunque era difícil poder cerrar mi mano y cogerla en su totalidad por su grosor, me encantaba su forma un poco plana del fuste combinando con el redondo y alargado del glande que tan bien se ajustaba a mis labios y a mi boca.
Le devolví el beso apretándome contra él, moví mis caderas para que su polla se colocara al lado de la mía, sobre la piel de mi vientre, sentí su estremecimiento.
-Quiero ser tu puta, lo que tenga que ser para ti, deseo gustarte y que no tengas necesidad de llamar a una agencia para que te envíen sus servicios de carne. –retira con suavidad la camiseta que tengo pegada al cuerpo.
-Se te ve tan deseable, me excitas tanto, contigo no tengo necesidad de estar con otros. Aquellos dos chicos de que te hablé, solamente me la mamaron y luego hicieron el amor entre ellos, yo solo miraba mientras me masturbaba excitado, sabían hacerlo muy bien. ¿Otra perversión de mi mente? -reía suavemente y seguía acariciándome.
-Quisiera ser como ellos para ti, saberlo hacer mejor que la gente profesional de una agencia de esas, y excitarte hasta que me desees más que a nadie. –no hablaba porque su boca estaba ocupada mordiendo mi oreja como si fuera a comérsela
-Gonzalo, si alguna vez estuviera como Ál, quiero que sigas haciéndome el amor, aunque me esté muriendo, no me dejes nunca de querer. ...