1. 41.3 Principio de acuerdo


    Fecha: 30/06/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus glúteos y le voy trayendo hacia mí. Metiendo toda su verga en mi garganta hasta sentir los pelos de su pubis en mi nariz.
    
    Me deja hacer a mi manera, sin forzarme para nada, soy yo el que va sacando y metiendo su verga en mi boca, a la profundidad que quiero en cada momento, chupando algunas veces su glande que se escapa de mi boca emitiendo un sonido, que cada vez que lo oye, pone en tensión los músculos de su cuerpo.
    
    Mi placer es inmenso y creo que el suyo no es menor, pero soporta la extrema tensión de desear follar mi boca con fuerza y deja que sea yo el que lleve el control de todo, se limita a jadear cadencioso al ritmo de mi mamada y a veces tiene que apoyarse en la pared con sus manos, elevando sus rodillas para separar su polla de mis labios cuando su placer se lo exige.
    
    Estamos así mucho rato, cuando su rigidez disminuye le masturbo con fuerza golpeando con su verga en mi cara, me encanta su morena polla, su suavidad al discurrir por mi boca, los suspiros que consigo que lance al aire, la tensión de sus piernas cuando quiere vaciarse y suspendo la mamada, apretando con mis dedos su glande causándole daño.
    
    Veo en su cara la decepción plasmada cuando espera satisfacer sus ansias de eyacular y le corto el orgasmo. No he sabido medir los tiempos y cuando está en lo profundo de mi garganta siento que su corrida se aproxima, como discurre su semen por el conducto, y tengo el tiempo suficiente para dejar únicamente su glande apretado entre mis labios ...
    ... mientras le masturbo con fuerza para que sienta el mayor placer que pueda proporcionarle.
    
    Su instinto le lleva a querer meter su polla hasta el fondo cuando le llega el orgasmo, y me suelto de sus nalgas abriendo mi boca para que me use, me la folla varias veces y su semen sale chorreando por mi barbilla hasta mi pecho, hasta que exhausto se queda quieto respirando con dificultad, en esa postura se va recuperando, temblando algunas veces cuando le chupo la verga para limpiarla de todo rastro de su leche.
    
    Se va escurriendo de mí, deslizándose a lo largo de mi cuerpo, y con su lengua va recogiendo el semen que ha caído sobre mi pecho, y cae a mi lado con su brazo sobre mi vientre sujetando mi tieso falo.
    
    -Esto es demasiado Daniel, me estás dejando asombrado, mamas como un profesional. –sus palabras no me ofenden, en absoluto, muy al contrario, me ponen rojo de vergüenza por su forma de decirlas, y el deseo tan primitivo que encierran.
    
    -Discúlpame no quería decir eso, es que lo haces muy bien, tienes una boca divina. –le sonrío sin darle importancia.
    
    -Pensarás que soy un lujurioso, y tienes razón al pensar así, no puedo reprochártelo porque es verdad, me gusta la obscenidad hasta cierto punto y tú me pones muy cachondo, demasiado, y te veo tan sensual que me erotizas, porque por mí no pararía de mamar tu pene, de comerte a besos Gonzalo. –hago un descanso para tomar aire y refrescar mis pulmones.
    
    -Pero lo que no te guste puedes decírmelo y lo dejaré de hacer, ...
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