Desafío de galaxias (Capítulo 5)
Fecha: 29/06/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
Hacia unas horas que Marisol, acompañada por dos de sus ayudantes, Loewen y Clinio, estaba en Faralia. Quería saber de primera mano cual era la situación real, porque en apariencia, el príncipe Mohs estaba colaborando, pero solo en apariencia. Se notaba algo raro en el ambiente y la aptitud del regente era sospechosa.
—En dos días recibirán los nuevos rifles, junto con 200 misiles portátiles, —comentaba Marisol al príncipe Mohs. A bordo de un transbordador se dirigían a la zona de Karahoz, junto con tres individuos armados que no pertenecían a la milicia y otro acompañante con uniforme de la milicia—. También llegaran un grupo de instructores de Nueva España para que el aprendizaje sea más fluido, sobre todo con los misiles.
—Mire general, no es momento de ponernos a discutir, —elpríncipe Mohs se puso de repente agresivo— pero las armas se tenían que haber traído primero aquí, que es donde pueden hacer falta, y no a Nueva España, donde…
—En primer lugar, si considera que he actuado favoreciendo a Nueva España, porque soy española, solo tiene que presentar una queja al presidente federal. Mi dimisión la tiene él, permanentemente, encima de la mesa, —el príncipe se percató de que su comentario no había sido bien acogido, y que Marisol le estaba respondiendo visiblemente irritada. Se dio cuenta de que la general Martín no era persona que se arredrara—. De todas maneras, creo que hay un malentendido. Nueva España no ha recibido todavía los rifles, pero está previsto ...
... que los reciban en está semana que estamos. Lo que si es cierto, es que un grupo de la milicia española, se trasladó a Mandoria para adiestrarse en el manejo de las nuevas armas. Como ya le he dicho, una parte llegara con las armas y los demás harán lo mismo en Nueva España.
—Creo que en estos momentos, usted príncipe regente, y la general Martín están soportando una presión enorme, —intermedio Clinio intentando calmar los ánimos—. Seria bueno para todos que los ánimos se calmaran. No es bueno tomar decisiones con la cabeza caliente, de ustedes dos es la responsabilidad, en estos momentos, de encauzar está crisis.
—Mi compañero tiene razón, es mejor que nos tranquilicemos, — dijo Loewen con su suave voz— no podemos perder el tiempo con estas cosas. La 1.ª División se ha formado sobre la base de la milicia de Nueva España, y podríamos haber trabajado con la milicia de Faralia, pero usted no nos lo ha permitido. En el equipo de la general Martín ya se han incorporado militares españoles, no es lógico que no tengamos faralianos en nuestro estado mayor.
—No creo que usted esté preparada, ni entienda lo que hay en juego… —comenzó a decir el príncipe Mohs.
—¿Y usted sí? —le interrumpió Marisol—. Si usted tiene ideas distintas, expóngamelas, soy todo oídos. ¿Pero sabe que? Creo que usted quería hacer las cosas a su aire y se ha metido en un callejón de dónde no sabe cómo salir. ¿Qué ha hecho hasta ahora?
—Perder 26 naves y 2.600 soldados, —dijo el oficial de la milicia ...